Manía Shop y la pasión por las colecciones de juguetes

Christiaan Lecarnaqué Linares

Cuando Aldo Baldárrago Begazo vio por primera vez la Amenaza Fantasma, en una pantalla grande de un antiguo cine de Arequipa, empezó su amor por Star Wars. Hoy, que hace un repaso de las películas estrenadas en la década de los 70, recuerda cómo inició la colección de artículos relacionados a este universo de naves espaciales y personajes fantásticos.

Desde niño no ha hecho más que atesorar estos objetos y acumular más de mil, aproximadamente. Motivado por esta pasión es que decidió emprender y compartir con otras personas este mismo sentimiento, a través de su tienda Manía Shop, un lugar exclusivo de artículos de colección.

Aldo define estos artículos como juguetes evolucionados que inmortalizan los personajes favoritos de la infancia o juventud.

Lleva cinco años en este rubro. Al inicio vendía de manera virtual y, en la actualidad, cuenta con dos tiendas: una ubicada en el Real Plaza y la otra en la primera cuadra de la calle Los Arces en Cayma.

Este exalumno de la Universidad Católica San Pablo (UCSP) estudió Ingeniería Industrial. Incluso trabajó en el grupo Gloria en Lima y empezó con su emprendimiento mientras laboraba en esa empresa. Hasta que decidió iniciar su negocio y vivir exclusivamente de las rentas de su pasión.

Un público marcado

La tienda ofrece colecciones a un público, generalmente, masculino de 20 a 50 años de edad, interesado en preservar sus personajes favoritos en casa. Manía Shop ofrece varias líneas de colección vinculadas a Marvel, DC, Star Wars, Caballeros del Zodiaco, Dragon Ball, entre otras.

La propuesta de valor que ofrece a sus clientes está en la atención, ya que sus trabajadores también son coleccionistas como él y expertos en cada línea de venta. En su caso, como lo mencionamos anteriormente, domina todo lo relacionado al mundo de Star Wars. Ese conocimiento permite dar una asesoría más completa al comprador.

¿Por qué coleccionan?

Generalmente, el coleccionista es un tipo de cliente exigente. Se fija mucho en los detalles, que sean únicos y exclusivos desde la caja hasta el juguete. Ellos no compran estos objetos para jugar en casa, sino para atesorarlos. Además, con el tiempo estos pueden llegar a triplicar su valor.

No todos entienden esta pasión y muchos ven a los coleccionistas como personas diferentes o raras. Aldo tiene una respuesta para ellos. “Te pueden preguntar: ‘Si eres adulto, ¿por qué compras este tipo de figuras?’. Yo les tengo una respuesta: ¿Quién no colecciona algo en su vida? Hay personas que coleccionan monedas, cervezas, camisetas. Cada persona colecciona algo en su vida, es algo que nace del ser humano, no es de un solo nicho.  Tienes que hacer lo que te haga feliz”, mencionó.

Por eso es que él buscó a otros para ayudarlos a encontrar la colección perfecta. Aldo recordó que cuando empezó a coleccionar, no había tiendas en Arequipa que importen estos artículos y eso lo animó más a emprender en este rubro. Hoy, la situación es diferente y hay más locales interesados en atender esta necesidad.

De la San Pablo aprendió las bases y también herramientas para aplicarlas en su empresa. “Me ayudó con las bases y cuando estaba trabajando pude conocer cómo funciona una empresa y todos sus procesos: compras, ventas, recursos humanos, financieros, para conformar tu propia empresa y eso me ayudó en mi emprendimiento”, dijo.

Aldo ve con orgullo cómo su pasión le ayuda a ganarse la vida y a coleccionar éxitos en su ciudad.