Fut Toys: fútbol para coleccionistas

Pasó de una cancha de pasto a un taller, donde crea jugadores en una impresora 3D

Gabriel Centeno Andía

Nilsen Alvarez, tenía el sueño de jugar fútbol de forma profesional. Cuando tenía 16 años, ya era parte de la división de menores del FBC Melgar, pero la poca seriedad del club con el grupo en ese momento —entre otras cosas—, no lo convenció para seguir en el ambiente deportivo, así que optó por aprovechar la beca que le entregaron por su buen rendimiento en el colegio.

Dice que no es ‘chancón’, aunque la beca se la dieron por ocupar el primer puesto en su colegio, así decidió postular a Ingeniería Mecatrónica en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), donde terminó su carrera. Hasta junio del presente año, realizaba prácticas preprofesionales en una empresa de Lima. La mayoría del trabajo era de manera remota, pero cuando le ofrecieron continuar, rechazó la propuesta.

“No quería regresar a Lima por ahora, además, no me convenía mucho la oferta”, dice Nilsen, sobre esta decisión. Con un poco más de tiempo libre, decidió emprender un negocio llamado Fut Toys y para ello, compró una impresora en 3D y convocó —como en el fútbol— a su familia para que le ayude.

Lo que hace Nielsen, es imprimir figuras de los jugadores de fútbol (similares a los Funkos) más reconocidos de Latinoamérica y venderlos. “Cuando compré la impresora, pensaba hacer carcasas para celulares, pero mi papá me sugirió la idea de los muñecos y me pareció genial”, indicó.

La primera vez que esperó a que un muñeco termine de imprimirse, pasaron más de nueve horas; sin embargo, para que quede listo (pulido y pintado), debió esperar más. Brandon, su hermano, se encargó de darles color y Nielsen pulía algunas imperfecciones para generar un stock de productos.

Primero elaboró a Neymar, Messi y Suárez. Luego siguió con las figuras de Carrillo, Guerrero, Lapadula y finalmente a Maradona, Pele y Johan Cruyff. “El plan es vender los muñecos por series. El objetivo es llegar a las personas que son coleccionistas y obviamente que les guste el fútbol”, sostiene.

Con la práctica, el tiempo de impresión se redujo a dos horas y tuvo que pedir el apoyo de una persona más para pintar los muñecos que imprime. “La idea del negocio surgió durante la pandemia, estaba pensando qué hacer, ya que era el último año de mi carrera, así que con la ayuda de mi familia pude sacarla adelante”, refiere.

Pero esta es una aventura que Nielsen no piensa dejar, así consiga otro empleo —que por cierto ya lo está buscando— pues piensa que es la manera de reivindicarse con el deporte que aún lo apasiona, que no deja de lado y al que ahora, le dedica un día a la semana.

EL DATO

Las personas interesadas en comprar sus productos, pueden consultar en sus redes sociales Fut Toys-Soccer.

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