El Patrón: hamburguesas a la medida del cliente

Antiguo alumno de la San Pablo se abre paso con un emprendimiento con estilo propio

Franz Arrieta administra esta hamburguesería en un local que ya cumplió un año de atención.

Christiaan Lecarnaqué Linares

Franz Arrieta Vignes inició la venta de hamburguesas con la marca El Patrón en una combi. No es que subiera a una en cada esquina a ofrecer sus panes a los pasajeros cansados y hambrientos; sino que acondicionó este vehículo para venderlos generalmente en eventos y, además, frente a la casa del cliente. Hizo lo que se conoce como foodtruck.

Junto a su enamorada, con quien se inició en el desafiante mundo del emprendimiento, hacían un peculiar delivery que implicaba estacionar frente a la casa del cliente, preparar la hamburguesa y entregarla enorme, caliente y jugosa a sus manos. “Eso le gustaba a la gente”, recordó con cariño este antiguo alumno de Administración de Negocios de la Universidad Católica San Pablo.

Apetitosas hamburguesas ofrecidas al cliente en El Patrón.

Un impulso para el negocio

El negocio iba bien, las hamburguesas que preparaba gustaban a los clientes. Entonces, por qué no empezar a atender en un local, pensó. Hacía cálculos, preguntaba locales y vino la pandemia, ese episodio en la historia de la humanidad que lo cambió todo y que, de alguna forma, se convirtió en el semillero de muchos emprendimientos en el país.

Franz no tiró la toalla, más aún porque tenía que generar dinero. Entonces, hizo delivery a amigos los fines de semana, pero no como lo hacía con la combi en eventos o directo a las casas, sino que llevaba las hamburguesas hechas para el deleite de sus compañeros.

La pandemia menguó, el gobierno flexibilizó las medidas de restricción y volvió a retomar la idea de atender en un local.

Finalmente, el proyecto se concretó. Desde hace un año atiende en un establecimiento ubicado en la tercera cuadra de la calle Jerusalén, a unos metros del Colegio de Abogados.

En un espacio de una casona perdida en el tiempo, atiende con calidez a sus clientes. Le tomó ocho meses escoger el lugar ideal, además de adaptarlo con una barra y pequeñas mesas, unas con vista a la calle Jerusalén, así como pintarlo con el rostro de El Patrón (parecido a Franz) y con pequeños cuadros alrededor. “No tenemos mozos. La gente pide, le servimos y se llevan la hamburguesa a su mesa”, precisó.

Un año parece breve para evaluar un negocio, sin embargo, hay señales positivas. Por ejemplo, en la última celebración de Halloween vendió el doble de sus ventas proyectadas.

En la actualidad, El Patrón no sólo ofrece hamburguesas, sino también almuerzos con opciones vegetarianas o fitness para los hombres y mujeres que cuidan su cuerpo. Pronto espera vender desayunos y ampliar su horario de atención.

El Patrón está ubicado en la tercera cuadra de la calle Jerusalén, a unos metros del Colegio de Abogados.

Lo que aprendió

El nombre El Patrón nació desde que hizo foodtruck. No estaba diseñado para él, sino para el hermano de su enamorada. Aseguró que la marca tiene toda su personalidad: cálido, viajero, amante de la naturaleza y el deporte extremo. “Quiero que mi negocio se asemeje a la cabaña de un leñador”, señaló.

Este exalumno de la San Pablo, quiso tener un emprendimiento que le permita crecer con su esfuerzo. “Es posible hacerlo. Es mentira que no tienes tiempo cuando administras un negocio. Sólo hay que ser disciplinado y cumplir con horarios”, comentó.

Para Franz la comida debe ser buena y también el trato al cliente. “Tienes que ser cálido”, recomendó. Para ello está rodeado de un equipo que entiende su filosofía y la pone en práctica día a día.

Franz siente que El Patrón le da, hasta ahora, todo lo que siempre ha querido: crecer y servir a los demás.

EL DATO

El Patrón está ubicado en la calle Jerusalén 309-B. Pueden contactarse al 953 757 899. Tiene cuenta de Facebook: https://www.facebook.com/elpatronaqp e Instagram: https://www.instagram.com/elpatronaqp/

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