Arte que brota desde el corazón de Arequipa

La artista Malena Velásquez, ha sabido reinventarse en tiempos de pandemia, pero sin perder la pasión de mostrar nuestra identidad

Gabriel Centeno Andía

Probablemente sus primeros trazos, los heredó de su padre. “Tenía un trazo seguro, limpio y preciso. Era aficionado, pero me motivó a realizar mis primeros dibujos y de él aprendí mucho en mi infancia”, asegura Malena Velásquez, una joven artista que hace más de cuatro años, se reincorporó al mercado y ahora mira con optimismo el desarrollo del arte en la ciudad Blanca.

Malena maneja su moto para trasladarse por la ciudad, trabaja en una entidad financiera, atiende con dedicación a su hijo de 9 años y se muestra bastante apasionada con los proyectos que emprende. Una muestra de ello, es su última exposición Arequipaq Sunqun (que se realizó en septiembre del 2021), donde plasmó toda la investigación que realizó sobre la piedra laja, lapillis, canto rodado y cuarzos de Arequipa. “Fue una investigación de las rocas de mi entorno que demandó mucho tiempo, pero finalmente lo centré en los lapillis”, asegura.

Corazón del sillar

Los lapillis, son unas esferas de tono rosa, formadas en las erupciones volcánicas y se encuentran en medio del sillar. Suelen decir que, son el corazón del sillar. “Fueron inspiradoras para mí, ya que los trabajadores del sillar en las canteras, cada vez que las encontraban, las consideraban un símbolo de buena suerte. Encontrarlas significa que el día será productivo y armonioso”, sostiene.

En la muestra, Malena formó un altar de lapillis, donde presenta las esferas como su cosmos, además, dos de estas singulares rocas fueron intervenidas con acero inoxidable, formando un globo terráqueo como una muestra de nuevos mundos.

Reinvención constante

Antes de Arequipaq Sunqun, Malena trabajaba en la muestra Pirq’a, que debió presentarse en el Centro de las Artes de la Universidad Católica San Pablo, sin embargo, por la pandemia no pudo realizarse de manera presencial. “Eso me llevó, al igual que muchos artistas, a reinventarme y finalmente se presentó el proyecto de forma virtual. Fue algo nuevo para mí, pero una aventura muy interesante”.

La muestra se difundió por redes sociales y Malena tuvo que investigar sobre fotografía, vídeo y sonido, pero en el camino conoció a muchos profesionales que la ayudaron en el proceso y lograron la exposición con éxito.

“Este nuevo reto, nos demostró que podemos salir adelante en tiempos difíciles, aunándonos entre varios profesionales. Honestamente, no tuve tiempo para pensar si habría exposiciones durante la pandemia, porque estaba trabajando y, al final, cambiamos al formato de presentación virtual”, refiere.

La artista arequipeña, identifica algunas ventajas de la pandemia, como la apertura de nuevas plataformas que permitieron mayor difusión y llegar a un público más amplio: nacional e internacional; sin embargo, la principal desventaja es que los materiales subieron y algunos escasearon.

“Pero no es impedimento, la necesidad de crear hará que aparezcan nuevas tendencias, estilos y técnicas, como dice el dicho ‘a menor recurso, mayor creatividad’, debemos recordar que, de las peores crisis que pasó la humanidad, surgieron corrientes artísticas fuertes”, afirma.

Volviendo al dibujo

“El contacto con la tierra, hizo que me reconcilie con la pintura, pues lo había dejado un buen tiempo. Reconciliada, ahora estoy trabajando retratos en óleo, acuarela y carboncillo; retratos peruanos que mayormente, son rostros masculinos que me llamaron mucho la atención dentro de la política y gente del pueblo”, indica Malena, que espera exponerlos en algún espacio artístico en Arequipa.

Aunque una de sus intenciones, es llevar la muestra Arequipaq Sunqun a otras regiones del país para difundir la diversidad y origen de Arequipa. Mostrar el verdadero corazón de esta tierra.

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