José Colque
El aumento de la demanda del consumo de agua en Arequipa, como consecuencia del crecimiento poblacional que experimenta la ciudad en los últimos años, representa un problema que se puede agudizar en los próximos 25 años si es que no se garantiza la disponibilidad de este recurso, advirtió el secretario técnico del Consejo de Recursos Hídricos de la Cuenca Quilca-Chili, Johnny Castro Patiño.
“En promedio, Sedapar utiliza 2.5 metros cúbicos de agua por segundo (m3/s) para la atención a la demanda de uso poblacional de Arequipa, pero para el año 2050 esto se va a duplicar (5 m3/s). Es decir, si hablamos de volumen total, por año se consumen 76 millones de m3 para el uso poblacional, entonces hablaríamos de 152 millones de m3 en promedio para el año 2050”, manifestó Castro.
Durante el conversatorio “Eureka Ambiental: Gestión sostenible del agua, retos y oportunidades para Arequipa”, organizado por el Departamento de Ingenierías de la Industria y el Ambiente de la Universidad Católica San Pablo, el especialista detalló, además, que en 2024 el uso total de agua en Arequipa alcanzó los 460 millones de m3, pero para este año se proyecta llegar a los 524 millones de m3.
Castro señaló que si bien no hay temor de que la ciudad afronte días sin agua, como ocurrió el año pasado por un problema en el tratamiento del recurso durante la temporada de lluvias; consideró urgente analizar la proyección a largo plazo.
Actualmente, el sistema regulado del Chili junto a otras fuentes de recurso hídrico como la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) La Enlozada, fuentes subterráneas, entre otras, brindan unos 700 millones de m3 (al año) para el uso agrícola, poblacional y privado, lo que, según Castro, garantiza el uso del líquido elemento sin problemas hasta el año 2035.
EL DATO
El uso poblacional del agua en Arequipa alcanza los 76 millones de m3 al año, pero este consumo se duplicaría en los próximos 25 años.
¿Qué proyecto se necesita para garantizar el uso poblacional del agua?
No obstante, también advirtió que existe un proyecto necesario para garantizar el uso poblacional del agua a futuro. Se trata de la construcción de la represa Sumbay, que fue planteada en 2023, pero que aún está a la espera de estudios técnicos y se estima que el financiamiento provenga de una empresa minera.
“Con esa represa cubriríamos la demanda poblacional debido a que su capacidad superaría los 80 millones de m3 y sumado a las represas del sistema regulado del Chili, sería suficiente. Ahora, estamos haciendo el seguimiento con Sedapar para que con el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento se impulse este proyecto”, manifestó.
IMPORTANTE
Un total de 28 manantiales naturales de la cuenca sur oriental de Arequipa fueron obstruidos debido a diferentes construcciones en campos agrícolas.

La cuenca sur oriental en observación
Otro problema que afronta la ciudad de Arequipa, debido al incremento de las construcciones a cargo de las inmobiliarias en zonas agrícolas, es la dotación de agua en el área de influencia de estos proyectos.
“En la cuenca sur oriental que comprende [los distritos de] Chiguata, Characato Mollebaya, entre otros sectores, hay unos 280 manantiales de agua subterránea que abastecen a esta zona, tanto para el uso agrícola como poblacional, pero un 10 % de estos manantiales se ha reducido debido al incremento de las construcciones inmobiliarias”, sostuvo Castro.
El especialista explicó que estas fuentes nacen de las superficies nevadas del volcán Pichu Pichu y provienen de las zonas de Salinas y Aguada Blanca. El agua infiltra en el suelo y sale por los manantiales, también conocidos como “ojos”, de manera natural en la parte baja.
Sin embargo, existen diferentes construcciones que abarcan varias áreas y obstruyen el flujo normal de estos manantiales. Para ello, se estima que en junio se emita un diagnóstico de la extensión de terrenos agrícolas que se han reducido por este motivo.
La solución que plantean desde el Consejo de Recursos Hídricos de la Cuenca Quilca-Chili, es que la Autoridad Nacional del Agua (ANA) emita una disposición que declare a la cuenca sur oriental como zona protegida, para evitar más construcciones y que esto también se incluya dentro del nuevo Plan de Desarrollo Metropolitano, proyectado a entregarse entre agosto y septiembre de este año.
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