Liz Ferrer Rivera
Desde hace 45 años, doña Amanda Morales Miranda (85) abre las puertas de su hogar en Navidad a todo aquel que quiera conocer el nacimiento del Niñito Jesús en el distrito de Pocollay. Este es el nacimiento más grande de la ciudad de Tacna y el que ha estado abierto por más años al público de manera ininterrumpida, salvo durante la pandemia.
Doña Amanda heredó las piezas del pesebre de su madre, Rufina Miranda Pozo, quien al igual que ella, también las recibió de su madre. Por eso, algunas de las figuras tienen más de cien años de antigüedad y requieren de un especial cuidado al momento de ser guardadas y retiradas de sus cajas.
Juntos
Ingresar al hogar de los Salinas Morales, es entrar al mundo de la Navidad. Luces, piezas de todos los tamaños, papel cerro, cerámicas y maquetas conforman la colorida instalación. Son cerca de 100 metros cuadrados de recorrido para disfrutar del nacimiento y otros pasajes de la Navidad.
Doña Amanda y su fallecido esposo Isauro Salinas emprendieron juntos el proyecto de ampliar año a año este nacimiento. Ellos, padres de cinco hijos, comenzaron a abrir las puertas de su casa al público ante la visita de niños que, curiosos, deseaban observar el pesebre y cantar frente a él.
“Años atrás, era una costumbre cantar villancicos ante el nacimiento. Ahora no se suele hacer, pero antes era la tradición. Entonces, recibíamos muchos niños en esos días, y nosotros felices de alimentar la fe de ellos y también de los adultos que llegaban”, relata doña Amanda.
Ella reconoce que su esposo fue un incansable constructor del nacimiento. Cada año se creaban nuevos ambientes y temáticas como las escenas en las regiones de la sierra, costa y selva. Además, en una de las habitaciones se muestra la Navidad en Tacna, con una maqueta de la Catedral, el arco y la plaza.
La escenificación bíblica de la Navidad se encuentra en la primera habitación y sólo ahí se pueden observar más de cien piezas. El armado de esta monumental obra comienza 4 meses antes de Navidad, con la ayuda de los hijos y nietos.
El 1 de diciembre de 2019 falleció don Isauro, el mismo día en que se abren las puertas de esta casa para que el público pueda visitar el nacimiento. Doña Amanda siente que estas fechas evocan más la presencia de su esposo y valora más la dedicación que él tuvo en vida para la realización de esta obra. Junto al Niño Jesús está la fotografía de don Isauro.
“Los dos teníamos nuestra imprenta y ya cuando nos retiramos fuimos avanzando más y más en nuestro nacimiento. Lo hacíamos por fe. Por eso también hicimos una habitación especial con un altar, donde las personas pueden orar si sienten esa necesidad”, cuenta Amanda.
Detalles
Además del tradicional pesebre, acompañan al nacimiento otras escenas como: la Navidad ayacuchana y la Navidad de los negritos. En ambos espacios se cuentan con delicadas artesanías que muestran tradiciones peruanas. En otro de los espacios se puede observar a un grupo de bailarines de marinera norteña que rinden homenaje al niño Jesús.
Todo creado por la imaginación de don Isauro, quien antes se sentaba, religiosamente, cerca al nacimiento para recibir a los visitantes y periodistas. Su máxima alegría era hablar de su fe y su familia. Doña Amanda lo recuerda especialmente en estas fechas.
Legado
La familia Salinas Morales abre las puertas de su hogar ubicado en calle Zela 814, distrito de Pocollay (Tacna) desde el 1 de diciembre hasta el 6 de enero, de 9 a.m. a 12:30 p.m. y de 4 a 8 p.m. Doña Amanda espera que la tradición del Niñito Jesús de Pocollay continúe aun cuando ella no esté. Cree que una de sus nietas puede hacerse cargo, pero confía en que toda su familia la apoyará en esa labor.
En Tacna, durante las primeras semanas de diciembre, los municipios han competido entre sí por ver cuál de ellos enciende el árbol navideño más grande o tiene el show más llamativo. Doña Amanda no critica esas costumbres, saluda que los gobiernos den áreas de esparcimiento a la comunidad.
“Lo que hagan está bien pero no debemos olvidar lo más importante en esta fecha, al Niño Jesús, la familia, la unión. Humildemente ofrezco al público este lugar, si necesitan un espacio donde reflexionar, ver al Niño, alegrarse u orar, aquí estamos”, concluye.
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