¡Atrévete a bailar a cualquier edad!

Histórica y culturalmente, la danza está presente siempre en nuestra vida

Uno de los talleres más importantes en la escuela es el ballet, este les ayuda a los bailarines a interpretar con facilidad cualquier otro género musical.

La danza con disciplina y esfuerzo, ayuda en la salud física y psicológica, mejora las relaciones sociales y facilita el desarrollo personal.

Gardenia Capa
Periodista

Tamara Atco nació en una familia de artistas y recuerda que desde niña, junto a sus primos, una de las cosas que más le gustaba hacer era danzar. “Bailaba, tenía ritmo y me sentía feliz”, cuenta.

Cuando fue creciendo, su familia se dio cuenta que del arte no podía vivir y entonces le prohibieron bailar, hasta que cumplió quince años y no pudo pedir mejor regalo, que la dejaran hacer lo que más le gustaba en un grupo de danza.

“Mi papá accedió a mi pedido y cuando estaba en quinto de secundaria, asistí a un grupo de baile llamado Danza Urbana. Allí me inicié y aprendí a bailar hip-hop y géneros urbanos”, dice la artista.

En este espacio conoció a Frank López, otro joven amante de la danza que, como ella, poco a poco iba conociendo y aprendiendo más sobre este arte. Juntos y con otros bailarines promovieron, hace más de diez años, la escuela de danza Liber Dance Studio.

La escuela de danza Liber Dance Studio representó al Perú en eventos internacionales, como el Festival de Danza Tierra del Sol (México, 2016) y el Festival Danza Andina (Chile, 2017). Para más información puedes visitar www.liberdancestudio.com

Pasión y disciplina

El principal promotor y actual director de Liber Dance Studio es Frank. Él, a diferencia de Tamara, descubrió su talento y gusto por la danza después de sufrir un accidente. “Cuando era chiquillo tuve una lesión fuerte en una de mis rodillas y para recuperarme me recomendaron hacer terapia a través de estiramientos, gimnasia y baile”, recuerda.

Este encuentro casual con la danza, lo llevó a interesarse más por este arte, por eso después de recuperarse por completo, Frank decidió asistir por primera vez a una escuela de danza llamada Arte Sur.

“Luego de salir del colegio ingresé a la universidad para estudiar medicina, pero bailar era algo que no podía dejar de hacer, por eso sin pensarlo dos veces ingresé al grupo de danza de mi casa superior de estudios”, narra Frank.

En este grupo de la Universidad Católica de Santa María, el entonces estudiante era uno de los que destacaba a la hora de representar alguna danza folclórica. Poco a poco transformó y perfeccionó su talento, gracias a la disciplina y pasión que entregaba en cada uno de los momentos que debía prepararse para un show.

En el 2001 con mucho esfuerzo viajó a Argentina para estudiar un curso de danza escénica, jazz y ballet en la Universidad Nacional de las Artes. También estudió en Lima por algunas temporadas en la Escuela Nacional Superior de Folklore, la Escuela Ballet Joven y en la Escuela D1 de la reconocida artista Vania Masías.

 

 

Los bailarines de la escuela de danza Liber Dance Studio, fueron campeones regionales de salsa categoría Ladys grupal y Rueda de casino grupal en el 2019.

 

En la escuela, los danzarines han aprendido a ser disciplinados y exigentes con ellos mismos.

Una escuela de expresión

“Bailar hace que te sientas libre y feliz. Uno experimenta que puede expresar sus sentimientos a través del movimiento y la música de manera espontánea. La danza, a diferencia de otras artes, atraviesa diferentes aspectos de la vida de las personas, ayuda en la salud física y psicológica, mejora las relaciones sociales y permite un mejor desarrollo personal del individuo al exigirle disciplina y esfuerzo”.

Con esta mirada, además de su experiencia y estudios de danza fuera de Arequipa, en el 2008, Frank se dio cuenta que en nuestra ciudad hacía falta una escuela de baile que formara a los bailarines de manera profesional y no solo como un pasatiempo. Liber Dance Studio nació para eso, para educar a niños y grandes, sin importar la edad.

“Por nuestras clases han pasado incluso, personas de más de 40 años y es porque siempre les gustó bailar, pero nunca lo hicieron de manera profesional. Aquí les decimos que nunca es tarde para aprender y lo que un niño puede hacer, ellos también lo pueden lograr”, dice Frank.

En este estudio las personas pueden llevar talleres de formación en ballet, jazz, danza contemporánea, ballet pre infantil e infantil, street jazz, acrobacia y bailes de salón como la salsa, bachata, tango y vals. Además, los jóvenes a partir de los 15 años pueden ingresar a la carrera de Danza Escénica, que forma no solo bailarines sino intérpretes en actuación y canto.

Uno de los docentes más importantes de la escuela es Jonathan Calderón. Su trayectoria desde los 18 años lo ayudó a ser uno de los mejores bailarines de Arequipa. En el 2018 fue campeón de salsa regional en la categoría solista amateur.

“Siempre me gustó bailar, desde niño, pero en algún momento sentí que debía hacerlo adecuadamente, por eso decidí ir a Lima a estudiar. Estuve en la Escuela Nacional Superior de Ballet y también en la Universidad Nacional de San Marcos en la carrera de Danza, allí aprendí mucho”, cuenta Jonathan.

Para él, bailar, le permite expresarse con libertad y eso es lo que trata de transmitir a sus alumnos. Jonathan se ha perfeccionado en ballet clásico, danza contemporánea y jazz, pero en los últimos años siente un gusto especial por la danza escénica que exige mayor preparación. Él está convencido que un bailarín es un artista íntegro, capaz de desarrollar otros talentos.

Frank es el director de Liber Dance Studio. En los años 2016, 2017 y 2018 logró el título de campeón regional de salsa en la categoría solista.
Tamara quiere especializarse en la docencia y así seguir compartiendo su talento con el semillero de niños de la escuela.

Ballet de Cámara

En los ambientes de Liber Dance Studio, Frank, Tamara, Jonathan y otros jóvenes bailarines más, se han formado por años y son los principales docentes de esta escuela. Desde hace un año fundaron la primera compañía de danza privada Ballet de Cámara de Arequipa (BCA).

“En el 2018 decidimos crear la primera compañía privada de danza en Arequipa, por la necesidad de seguir formando a más bailarines y ofrecerles en un futuro la oportunidad de vivir de este arte, es decir, recibir una remuneración por su trabajo en escena”, explica Frank.

El BCA espera en los siguientes años ser la mejor compañía de danza profesional en el sur del país y promover la formación de las personas en diferentes disciplinas artísticas, con el fin de difundir el arte interpretativo masivo y contribuir a la cultura en general.

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