Deysi Pari
Los casos de anemia en la región Arequipa siguen en aumento. Entre 2021 y 2024, la prevalencia de esta enfermedad en niños de 6 a 35 meses de edad pasó de 37.3 % a 43.9 %. Esto quiere decir que, actualmente, 4 de cada 10 niños padecen este mal en la región, lo que compromete su desarrollo integral.
De acuerdo a los resultados de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes 2025), entre 2023 y 2024 el aumento en Arequipa fue significativo, pues los casos crecieron en casi 4 %. Específicamente, el informe detalla que en 2023 la prevalencia fue de 40.4 % y en 2024 llegó a 43.9 %.
La Red de Estudios para el Desarrollo (Redes) señala que la anemia aumentó en 16 departamentos del país. Además del impacto en la salud de los niños, Redes remarca que hay una pérdida económica. Debido a la menor productividad y mayores gastos en salud para atender esta enfermedad, se estima una pérdida anual de US$ 2700 millones, lo que equivale a 0.62 % del PBI.
¿Qué pasa en Arequipa?
Para esta nueva medición de la Endes 2024, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (Inei) aplicó la nueva directriz establecida por la Organización Mundial de la Salud.
“Uno de los principales cambios introducidos es el corte para definir la anemia en niños de 6 a 35 meses de edad, estableciendo que a partir de un nivel de hemoglobina de 10.5 gramos por decilitro (g/dl) no presentan anemia. Antes este valor era de 11 g/dl”, precisa el Inei.
Con base en esta directriz se realizó la medición. Cabe mencionar que, según información más detallada, en Arequipa la mayoría de los casos corresponde a anemia leve (30.3 %).
Ángela Quiñones, médico asistencial del centro de salud de Mariano Melgar y docente auxiliar del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Católica San Pablo, sostiene que estos resultados evidencian que las estrategias para combatir la anemia infantil no están funcionando al 100 %.
Esto se debe, en parte, a que los padres de familia no llevan a los menores a su control mensual o no cumplen con el tratamiento indicado.
¿Cuáles son las causas?
Quiñones explicó que la principal causa de la anemia –en particular de la anemia ferropénica– es la deficiencia de hierro en la alimentación complementaria que los niños reciben a partir de los 6 meses de vida.
“Hay prácticas culturales que restringen la ingesta de hierro en los niños, como el hecho de dar solo caldos o alimentos que no contienen hierro, en lugar de carnes rojas, hígado, sangrecita o vegetales”, sostuvo la profesional.
El acceso inadecuado al sistema de salud es otro factor importante. Por un lado, el problema está en los padres que no llevan a sus hijos a los controles médicos; y cuando se les diagnostica anemia, no cumplen con los controles mensuales ni con la administración de suplementos de hierro.
La administración del medicamento es clave
En el sistema de salud, el principal medicamento que se usa para tratar la anemia es el sulfato ferroso. Este presenta características específicas para su correcta administración, las cuales deben ser tomadas en cuenta por los padres.
La médico explicó que el sulfato ferroso debe ser administrado acompañado de alimentos ricos en ácido ascórbico, (vitamina C). “Esto ayuda a que el hierro se absorba y no deben administrarlo con sustancias que disminuyan su absorción, como el té o la leche”, detalló.
Como la leche interfiere en la absorción del hierro o sulfato ferroso, existen dos opciones: administrarlo media hora antes o una hora después de la ingesta de leche o cambiar el sulfato ferroso por hierro polimaltosado, aunque este último es de difícil acceso, ya que no está disponible en el sector público.

Lo mejor es prevenir
Ángela Quiñones explicó que la mejor estrategia es la prevención, mediante el control por desparasitación, visitas regulares al área de Pediatría o Medicina y exámenes que incluyan niveles de hemoglobina, ferritina y detección de parasitosis.
Un niño con anemia puede recuperarse en un mes si se interviene a tiempo, evitando riesgos en su desarrollo. Sin embargo, según la normativa, el tratamiento completo dura entre 6 a 7 meses. Esto se debe a que, además de aumentar el nivel de hemoglobina, es necesario restablecer las reservas de hierro (nivel de ferritina) y corregir su retención (almacenamiento), esto para prevenir recaídas.
Consecuencias de un niño con anemia
La médico explicó que las consecuencias de la anemia infantil son graves, porque el niño presentará deficiencias en el crecimiento físico y en su desarrollo mental.
“Les afectará en el rendimiento escolar y en su desarrollo cognitivo. Vamos a tener a un niño cansado, que no puede rendir, no porque no quiere, sino porque no puede”, advirtió.
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