Un repaso por la historia del rally Premio Ciudad de Arequipa

Años antes de que la prueba Caminos del Inca apareciera, convirtiéndose en la más importante del automovilismo peruano, el Premio Ciudad de Arequipa, por décadas, reunió a los mejores pilotos del país.

El Premio Ciudad de Arequipa, es la carrera automovilística más importante de la ciudad.

Juan Pablo Olivares

El rally Caminos del Inca es la competencia automovilística más importante del Perú. Pero, todo aficionado al deporte de los fierros, sabe que hay vida más allá de esta carrera y rallies con igual nivel de competencia, tradición y antigüedad como el Premio Ciudad de Arequipa.

Esta competencia es considerada la tercera más importante del país, detrás de Caminos del Inca y el Premio Presidente de la República y la segunda más antigua. Su origen se remonta a 1951, año en que la primera carrera se llevó a cabo en la ruta Arequipa – Vítor.

Aquella vez, el arequipeño Walter ‘Cacho’ Martínez con su coche de marca Studebaker, modelo Commander, se alzó con la victoria y pasó a la historia como el primer piloto ganador de la competencia.

Desde entonces, se puso a prueba el temple de los pilotos más atrevidos y habilidosos, asimismo, los triunfos y transformaciones que han construido el estatus de  esta carrera, como el desafío automovilístico más importante de Arequipa.

Sus inicios

El Premio Ciudad de Arequipa nació a inicios de los años 50, en homenaje a la Ciudad Blanca. Los primeros años se corría en el sector de La Pampa, en el distrito de Miraflores, que era un circuito urbano y de tierra, donde el público asistente, tenía un estrecho acercamiento con el piloto y la máquina.

“En esa época, no sólo competían pilotos de buena condición económica, sino también personas del campo y de condición humilde”, recordó Ignacio Pérez-Wicht.

En aquellos años, cuenta Ignacio Pérez-Wicht —experimentado piloto y ganador de la prueba en 1994 con su Toyota MR-2— los coches eran muy distintos a los que conocemos hoy. Los vehículos en los que se corría eran estándar (originales), es decir, no se les modificaba ni preparaba nada, eran tal cual como llegaban de fábrica.

La seguridad también era mínima. Los autos sólo contaban con cinturones de seguridad simples y los pilotos usaban cascos básicos, no tenían butacas o jaulas antivuelcos.

“Eran competencias mucho más peligrosas, y por eso no era raro que sucedan continuos accidentes. Después, con los años, se fue mejorando sobre todo en el tema de seguridad. Se obligó a tener jaula y arneses de seguridad”, contó.

El Toyota MR-2 color rojo, el coche con el que Ignacio Pérez-Wicht ganó la competencia en 1994

Diversos escenarios

Ya en los años 60, se corrió en el circuito denominado Arturo Jochamowitz. Un trazado que partía en el Parque Industrial, recorría la Variante de Uchumayo, la antigua carretera de Cerro verde y terminaba por la zona de Tiabaya y Tingo.

Sin embargo, debido al crecimiento poblacional y al convertirse esta en una zona urbana de alto tránsito vehicular, se tornó complicado seguir corriendo por esa ruta. Es entonces que, a partir del año 2000, deciden trasladar la competencia a la zona de Cabrerías y Chiguata, con singular éxito.

En la última década, Polobaya, Yarabamba y Mollebaya, se convirtieron en el trazado ideal para la carrera, debido a que este recorrido tiene una pista asfaltada en buen estado. Además, porque el circuito es muy técnico, con tramos muy trabados donde se ve la capacidad y habilidad del piloto más que la potencia de la máquina.

“Hay zonas bastante trabajadas con subidas y bajadas. Y, sobre todo, no hay mucho tráfico vehicular y es más fácil cerrar el tránsito”, explica Pérez-Wicht.

El Premio Ciudad de Arequipa se ha convertido en una de las principales actividades deportivas en homenaje a la Ciudad Blanca.

Fama y popularidad

El rally ganó popularidad en las décadas de 1980, 1990 y los inicios de 2000, con participantes de todo el sur del país y de la capital de la república. Esto en razón de que, según Ignacio Pérez-Wicht, la carrera formaba parte del calendario nacional y otorgaba puntos a los ganadores.

También, porque es la única competencia que se realiza íntegramente sobre asfalto, aumentando el atractivo de la prueba para los amantes de los fierros y las emociones fuertes.

Pilotos nacionales de talla internacional como Raúl Orlandini, Ramón Ferreyros, Ernesto ‘Neto’ Jochamowitz, Nicolás Fuchs, entre otros, fueron parte de esta competencia. Ahora, aunque esta prueba ya no es puntuable para el calendario nacional, para el piloto arequipeño Jorge García, es ideal para probar y preparar la máquina con miras a la carrera Caminos del Inca, a desarrollarse en septiembre.

“Por lo general, todos los rallies se corren en tierra y sólo el Premio Ciudad de Arequipa es en asfalto. Nosotros somos los reyes del asfalto. Somos muy rápidos en esta superficie”, sostuvo orgulloso García.

Los aficionados al deporte de los fierros, tienen la gran oportunidad de estar con los pilotos en la llamada partida simbólica, que se lleva a cabo en la Plaza de Armas.

Cambios obligados

Con el transcurrir de los años, el rally se enfrentó a un constante crecimiento y, a la vez, preocupación por la seguridad de los pilotos y aficionados. El automovilismo, por ser un deporte de alto riesgo tanto para los pilotos y público, se vio obligado a realizar carreras en rutas abiertas.

Aunque esta decisión, disminuyó de forma considerable los accidentes y riesgos, generó el alejamiento de los aficionados. En opinión de Ignacio Pérez-Wicht, la falta de contacto entre los pilotos y coches con el público, le ha hecho perder popularidad y atractivo a la competencia.

“Para que el aficionado pueda presenciar gran parte de la carrera y estar más cerca de los coches y pilotos, se necesita una gran logística e inversión en seguridad, pero por falta de dinero es prácticamente imposible”, lamentó.

Pese a todas las dificultades, la edición 56.° del Premio Ciudad de Arequipa, se llevará a cabo en el trazado Yarabamba, Chapi, Hornillos, Polobaya y Mollebaya. Bruno Zevallos, presidente del Automóvil Club Arequipa (ACA), señaló que la competencia se realizará los días 26 y 27 de agosto, en dos etapas y con la presencia de más de 30 pilotos.

EL DATO

Ramón Ferreyros y Neto Jochamowitz, lideran el ranking de los pilotos más ganadores del Premio Ciudad de Arequipa con cuatro triunfos. El arequipeño Carlos Ibárcena se ubica en la tercera posición con tres triunfos.

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