Pedro ‘Perico’ Requena, el capitán y caballero del fútbol peruano

Durante su carrera, el defensor peruano destacó por el ‘fair play’ y su capacidad de superación.

Juan Pablo Olivares

Durante cuatro años, Pedro ‘Perico’ Requena fue el capitán del FBC Melgar. Con el 5 en la espalda se erigió como uno de los mejores capitanes rojinegros y del fútbol peruano. Su don de mando y juego limpio, lo convirtieron en el defensa y capitán ideal. Fue con la camiseta rojinegra que decidió retirarse del fútbol profesional. 

Pero hay vida después del fútbol y lo dice un jugador que se convirtió en ídolo del fútbol peruano por lo hecho dentro y fuera de la cancha.

“Nunca me gustó golpear a un rival para ganar un partido. Es más, no sabía golpear y tampoco lo aprendí. Es por eso que trabajé en anticiparlo, leer la jugada y así pude mantener mi estilo de juego toda mi carrera”, sostiene Requena.

Requena fue un jugador líder, con una hoja de vida pulcra. Defendió por cuatro temporadas la camiseta del club rojinegro, también defendió la camiseta del Sport Boys y Universitario de Deportes. Fue campeón nacional con el Boys en 1984 y con el equipo crema en 1987 y 1990, además, destacó con la selección peruana.

“Tuve la suerte de jugar con jugadores de talla mundial como Cueto, Cubillas, el Flaco Malásquez y no solo en ese aspecto, sino también como personas. Creo que después de la selección del 70, la del 82 fue la mejor del fútbol peruano”, dice.

Sus inicios en Callao

Pedro Requena empezó a jugar al fútbol en el año 77, en la selección de su colegio José Olaya de La Perla en el Callao. Al año siguiente con —18 años de edad— ingresa a la liga juvenil del Sport Boys. Gracias a sus condiciones para el fútbol, ‘Perico’ debutó en la profesional ante el CNI de Iquitos. 

Pero la habilidad de Requena no solo era con el balón dentro de un campo de juego, también tuvo la inteligencia de manejar sus egos y la de sus compañeros. Dejó en claro que por encima de cualquier jugador la institución está primero. 

“Hoy, la conducta del futbolista ha cambiado, los chicos juegan dos o tres partidos y ya están en la cima. Nosotros teníamos que trabajar el doble para ser tomados en cuenta”, asegura.

El exdefensa llegó al FBC Melgar en 1992, su buena actuación con la casaquilla rojinegra le permitió regresar al Sport Boys, equipo en el que jugó hasta el año 95. Requena pensó retirarse del fútbol rentado con los rosados, sin embargo, una nueva propuesta del Melgar le sedujo para regresar a Arequipa y vestirse de rojinegro hasta 1997. Desde entonces, el exfutbolista junto a su familia, no volvería a moverse de la ciudad Blanca.

“Mi familia fue muy importante en mi carrera. Mi esposa Pilar, fue fundamental en mi vida y en las decisiones que tomé. Si hoy le preguntan a ella y a mis hijos si quieren regresar a Lima, dirían que no”, confiesa.

Formador de menores

Requena estudió para ser técnico de fútbol y es uno de los exfutbolistas más requeridos para analizar y charlar del mismo. Su experiencia en la formación de menores, le da licencia para darle un consejo a aquellos jóvenes que sueñan con ser futbolistas profesionales. “Para llegar a ser un buen futbolista, hay que ser una buena persona. Llevar una vida ordenada, ser perseverante y dedicado. Así de simple”, asegura.

El Perico de las canchas, fue uno de los capitanes más sólidos que ha tenido el fútbol peruano, sabe que los grandes jugadores no esperan ser suplentes para despedirse. Pedro Requena, se retiró del fútbol profesional a los 37 años de edad, siendo figura y capitán del Melgar.

Hoy, en medio la pandemia por el coronavirus, Pedro tiene más tiempo para recordar todo lo que vivió y le dio el fútbol. Es de las personas que siempre prefiere ver el vaso medio lleno y se siente un afortunado por haber hecho lo que más le gusta. 

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