Paúl Rodríguez: “En la Copa Perú, si no eres campeón nadie se acuerda de ti”

Entrenador de Sporting Cristal de Uchumayo que participa en la Copa Perú, nos cuenta los secretos para pelear el campeonato

Ser campeón en la Copa Perú no es el único sueño que tiene Rodríguez. Espera algún día ser parte del comando técnico de Alianza Lima, el equipo de sus amores.

Con más de siete años como entrenador en el fútbol macho, el ‘viejo’ busca ascender a la liga profesional por segunda vez

Juan Pablo Olivares

Paúl Rodríguez Huamaní, mueve sus manos, habla, explica tácticas y sistemas de juego a sus pupilos. El entrenador de 48 años, uno de los más experimentados de la Copa Perú, recibe a Encuentro en el campo de entrenamiento del Sporting Cristal de Uchumayo, equipo que quiere llegar a lo más alto de la Copa Perú.

Rodríguez es ambicioso y desea ser campeón de fútbol macho. Es un objetivo que ya lo cumplió con el Binacional en 2017 como asistente técnico. Ahora el ‘viejo’ —como le llaman de cariño— quiere conseguirlo siendo el entrenador principal.

Compromiso y trabajo

Sporting Cristal dejó en el camino al Jorge Chávez de Caravelí y ahora, se prepara para afrontar la segunda fase de la etapa departamental del torneo más largo del mundo que otorga un cupo directo al fútbol profesional.

Para ello, asegura tener un grupo de veinte jóvenes jugadores comprometidos con el objetivo. “El éxito que tenemos hasta ahora, es gracias al buen grupo que hemos formado. Somos muy solidarios, hay una gran amistad y confianza entre todos”, asegura.

Rodríguez como futbolista, jugó en varios equipos de la Copa Perú y en el fútbol profesional lo hizo en el FBC Melgar; su puesto fue de volante de contención. Ahora, como técnico, le gusta que su equipo salga jugando, que sean siempre protagonistas y el sistema que más emplea es el 3-4-1-2. 

Talento y valores

Pero no solo a tácticas, sistemas y jugadores talentosos se remite el éxito en el fútbol, para el entrenador, el potencial más grande en el deporte rey es la lealtad y el compromiso. Otra de las cosas que prioriza Rodríguez es la empatía y el buen trato al futbolista.

“Soy de los entrenadores que no reniega. Tengo buen humor y eso se ve reflejado en el juego, entrega y resultados de los chicos. Hay una lealtad de mi parte hacia ellos y viceversa”, enfatiza.

Pero como hombre de fútbol y larga trayectoria en el balompié amateur, el entrenador vive y sobrevive con todos los problemas de la Copa Perú: los problemas económicos, de logística, la falta de seriedad y poco profesionalismo de la mayoría dirigentes.

“En la Copa Perú sino campeonas nadie se acuerda de ti”, sostiene convencido. Además, afirma que hay mucha corrupción. “Muchos dirigentes quieren poner jugadores y si no aceptas te botan”, lamenta.

Oportunidad para todos

No ser parte del ‘sistema’ le costó tener mejores oportunidades de trabajo; sin embargo, Rodríguez tiene una razón poderosa que le permite mantenerse en esa posición. “Cuando era jugador fui marginado en varios equipos y pruebas, fui testigo de cómo otros chicos llegaban gracias al ‘tarjetazo’ y eso no se hace”, sostiene.

También reconoce que no todo es color de rosa. La fama, dinero y la popularidad se convierten en un problema. “Gracias a este deporte conocí a la madre de mi hijo y era feliz, pero también por estar en uno y otro equipo, viajar constantemente y no estar cerca de ellos tuvo consecuencias. El fútbol me quitó a mi familia”, confiesa.

Es por ello que, ahora es más reflexivo al momento de aceptar las diferentes propuestas para dirigir equipos y elegir jugadores. Tiene sus propios métodos que le permiten soñar con la gloria y el reconocimiento. Por ahora, el estratega es elogiado y reconocido por sus pupilos, con los que forja una entrañable amistad y aspira alcanzar la gloria en el fútbol macho.

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