Música y fútbol, una relación tan antigua como inevitable

Los Palmeras se presentaron en la última final de la Copa Sudamericana.

* En la historia de este deporte, son muchos los grupos y artistas musicales que fueron parte de un partido de fútbol.

Juan Pablo Olivares

En un partido de fútbol se escuchan cánticos. La mayoría de ellos, tienen estribillos poéticos y festivos y si la letra genera un sentimiento de pertenencia e identificación en los hinchas y aficionados, esta canción fácilmente se convierte en un himno futbolístico.

Estos cánticos e himnos están tan interiorizados en los seguidores de los diferentes equipos, que casi nunca nos hemos preguntado cuáles son sus orígenes.

Los primeros estribillos se escuchaban antes de los partidos del siglo XX, pero la cúspide se dio en los partidos del Reino Unido, allá por los años sesenta y esta se extendió por diferentes países de Europa, gracias también al mundial de fútbol de 1966.

Es así que, bandas musicales como The Beatles, fueron parte de estos espectáculos que tenían el principal objetivo de animar al equipo local y a los hinchas, y también intimidar al equipo rival.

Super bowl

Pero no solo el fútbol optó por tener antes o durante sus partidos, números artísticos y musicales. Desde los años sesenta, en el Super Bowl —el partido final del campeonato de fútbol americano en EE.UU.— el número musical que se daba en el medio tiempo del partido, era quizás el momento más esperado por todos. 

Tanto así que en el 2017 se logró el récord de mayor audiencia en las diferentes plataformas con la presentación de la cantante Lady Gaga. En esa ocasión el espectáculo concitó el interés de 15 millones de espectadores. 

Mayor protagonismo

Con el transcurrir del tiempo, estos eventos musicales (principalmente) en los partidos de fútbol y específicamente en Sudamérica tomaron mayor protagonismo. 

Un ejemplo fue el boom que generó la presencia del grupo argentino Los Palmeras en la última final de la Copa Sudamericana. En nuestro país, esta tendencia también estuvo presente. El año pasado Lima fue testigo de este show en la final de la Copa Libertadores entre River Plate de Argentina y Flamengo de Brasil. 

El caso peruano

Los clubes del fútbol profesional peruano, no han sido ajenos a incluir estos espectáculos musicales, ya sea en las presentaciones oficiales de sus equipos o en partidos importantes.

En nuestra ciudad, el FBC Melgar tomó la decisión de incluir un show musical este sábado 18 de enero con motivo de la presentación oficial de su equipo ante sus hinchas. Los artistas elegidos son nada menos que la banda de rock progresivo X Dinero. Este grupo será el encargado de ‘encender’ el corazón y las emociones en todos los hinchas rojinegros. 

Para el músico y productor Cristian Valdivia, el tener a los chicos de X Dinero fue una decisión muy acertada por parte del club melgariano.

“El FBC Melgar es un equipo muy querido y el arequipeño es orgulloso de su tierra, y de todo lo que tiene. Es por eso que es una muy buena idea tener en su presentación a una banda popular y arequipeña que levante a toda la masa, a todos los hinchas”, sostuvo.

Por su parte, Rony Carbajal, líder y vocalista de X Dinero, dijo que se sintió gratamente sorprendido por la oportunidad de llevar su espectáculo en la previa de un partido de fútbol profesional. Carbajal, cuenta que no va muy seguido a los estadios, sin embargo, el fútbol fue parte de él.

“Yo fui futbolista, jugué en la liga de Yanahuara, era delantero y goleador. Estaba seguro que sería futbolista profesional, pero un accidente en moto me alejó de ese sueño. Desde entonces me dediqué a la música y ahora trato siempre de dar alegrías a las personas”, contó.

El líder de X Dinero, aseguró que tiene pendiente, crear una canción dedicada al cuadro rojinegro y a sus hinchas. Por ahora, prometió dar lo mejor de sí en la presentación del FBC Melgar.

Lo cierto es que en una época donde el hincha es visto como un simple consumidor, los cánticos y eventos musicales permitirán que el fútbol aún mantenga ese lado sentimental y romántico, por el que valga la pena asistir a un estadio. Salvo mejor parecer.

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