La lucha de la atleta Evelin Inga contra sus problemas de tiroides

La marchista de Huancayo sufre la enfermedad de hipotiroidismo y ha relatado su lucha por controlar este padecimiento y convertirse en una atleta olímpica.

Evelin Inga, participará en el mundial de atletismo de Budapest (Hungría) en agosto próximo, e intentará hacer la marca mínima para los Juegos Olímpicos de París 2024.

Juan Pablo Olivares

Evelin Inga Huaynalaya (24), es una de las mejores atletas del país en la modalidad de marcha atlética. La atleta de la “Ciudad Incontrastable”, practica el atletismo desde los 11 años de edad y desde los 13, representa al Perú en diferentes competencias.

En 2022, lo hizo con singular éxito en el mundial de Oregón (Estados Unidos), los Juegos Bolivarianos de Valledupar (Colombia) y los Juegos Odesur de Asunción (Paraguay). Ahora, lucha por clasificar a los próximos Juegos Olímpicos de París (Francia) 2024 y también lo hace para conseguir la victoria —quizás— más complicada de su vida: superar las dificultades de su enfermedad.

La atleta, que desde hace más de un año radica y entrena en Arequipa, reveló a Encuentro que, desde hace siete años, trata de ganarle la carrera al hipotiroidismo, una afección autoinmune que ataca a la glándula endocrina tiroidea, situada en el cuello y se caracteriza por no ser capaz de producir ciertas hormonas cruciales.

Lucha de largo aliento

La primera confesión sobre este problema la hizo en una entrevista, tras sus entrenamientos matutinos en el estadio Melgar. “Siempre me preguntaba por qué mis cambios de ánimo, depresión y ansiedad. Además, siempre me costaba bajar de peso, todo era por el hipotiroidismo que me detectaron en 2016”, relató a Encuentro.

A Evelin, le cuesta tener un peso atlético de competencia. Su peso oscila entre los 56 y 57 kilos, cuando lo ideal es competir con 54 kilos. De igual manera pasa con el porcentaje de grasa, el promedio es de entre 14 y 15,  y ella no ha podido bajar de 17.

Además, el hipotiroidismo, hace que su metabolismo sea más lento, que tenga problemas de sobrecarga muscular y desgarros, más que una atleta “normal”; pero asegura que aprendió a convivir con ello y sobre todo a prevenir. Toma una pastilla diaria y asegura sentirse mejor que muchas de las personas que la critican.

Quiere ser la inspiración y motivación para las demás personas que padecen esta enfermedad y que sepan que pueden salir adelante. “No tengo temor de que mi enfermedad trunque mi carrera deportiva. Soy católica y mi fe ha hecho que supere todos los obstáculos.

La atleta huancaína, llegó a Arequipa hace más de un año para entrenar y terminar de la mejor manera el ciclo olímpico.

Control médico y nutricional

El médico del Centro de Alto Rendimiento de Arequipa (CAR), Carlos García, sostiene que si bien existen enfermedades que van a limitar el alto rendimiento; en el caso de Evelin, una vez diagnosticada la enfermedad, con chequeos médicos y administrando hormonas tiroideas, se puede llevar una vida completamente normal.

“Un tratamiento hormonal con la levotiroxina, es el tratamiento ideal en estos deportistas. También, hay que tener un control cada tres meses con el endocrinólogo. El objetivo es que ellos recuperen el nivel hormonal”, explicó.

Por su parte, José Chambi, nutricionista del CAR, sostiene que, lo primero que se tiene que determinar es el manejo médico, es decir, la atleta tiene que estar controlada y estable, después, los criterios nutricionales se ordenan de manera normal.

Eso sí, dependiendo mucho del grado de la enfermedad, hay algunos alimentos que pueden controlarse, eliminarse o restringirse. Por ejemplo, los alimentos ricos en yodo, como las espinacas, las habas, algún tipo de cereal y las algas.

Además, el especialista sostiene que es fundamental cubrir su requerimiento calórico y carbohidratos al ser un deporte de resistencia. También, resguardar las proteínas para los procesos de recuperación y estructura de tejidos y la cantidad de grasa, sin dejar de lado los micronutrientes como vitaminas y minerales.

“Lo que tenemos que hacer es quitar o restringir los alimentos que pueden agravar la enfermedad. Si nosotros eliminamos esos alimentos, el resto de suministros se puede manejar”, añadió.

Inga, se prepara bajo la supervisión de Alfredo Quispe, su entrenador.

Objetivo en marcha

La enfermedad de Evelin está controlada. Ahora, la deportista solo se concentra en estar entre las 10 mejores del mundial que se llevará a cabo en Budapest, Hungría, en agosto, y conseguir una medalla en los Juegos Panamericanos de Santiago (Chile) y, claro está, obtener la marca mínima para los Juegos Olímpicos de París (Francia) 2024.

Busca clasificar en la especialidad de los 35 kilómetros, pero también lo intentará en los 20 kilómetros, para ello tiene que tener la marca de 2 horas 51 segundos y 1 hora 29 segundos, respectivamente.

Evelin Inga, no tiene miedo a perder. Hará todo lo posible para convertirse en una atleta olímpica. Después de París, quizás sus planes cambien. Quizás se dedique a ejercer su carrera profesional (Trabajo Social) y priorice su salud. Por ahora, no pasa por su cabeza empezar otro ciclo olímpico. Evelin, como buena creyente, dice que todo lo deja a la voluntad de Dios.

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