La inspiradora historia de la deportista que desafió sus propios límites

A los 13 años, Pierina Maragliano, afrontó el episodio más trágico de su vida, pero años después resurgió para el deporte

Juan Pablo Olivares

Ocurrió durante un entrenamiento de fin de semana. Pierina era atleta y llegó al estadio Umacollo para su entrenamiento habitual. De lunes a viernes, el entrenamiento lo hacía en el viejo estadio Melgar. Su entrenador era Sergio Bollinger. Tenía cierta experiencia y había participado con singular éxito en campeonatos nacionales.

La deportista estaba acostumbrada al entrenamiento de alto rendimiento, lo hacía casi todos los días, a veces más de lo que su cuerpo solía resistir. Pero su sueño podía más, quería convertirse en una atleta de élite; condiciones tenía y ganas le sobraban.

“A los 13 años de edad, me dijeron que no podría volver a entrenar, al menos no de manera competitiva”.

Pierina Maraglino (28 años)

Trágico día

Recuerda que fue en agosto de 2003, exactamente un sábado. Salió de su casa sin desayunar y entrenó a tope. Todo transcurría con normalidad, pero poco antes de culminar los trabajos, sintió un dolor en la cabeza.

Algo preocupada, decidió retirarse a su casa, en el camino, pensó que tal vez tuvo algo que ver con el sobreesfuerzo en el entrenamiento, pues nunca antes le pasó algo parecido o quizás, la mala alimentación que llevaba, empezaba a traerle consecuencias.

Ya en su casa, su estado de salud se complicó. Tuvo mareos, empezó a convulsionar y perdió el habla, pero estaba consciente. Su madre la llevó al hospital. Pierina Maragliano y su familia, atravesaban un momento crucial, la salud y vida de la deportista estaba en manos de los médicos. El diagnóstico no fue fatal, pero sí la recomendación.

“A los 13 años de edad, me dijeron que no podría volver a entrenar, al menos no de manera competitiva”, dice. Le realizaron varios exámenes, pero nunca dieron con un diagnóstico certero. Lo único que le dijeron es que tenía un pequeño aneurisma y una especie de “punzada” en su cráneo, pero nada grave.

La vida de Pierina dio un giro contundente y aunque hasta hoy, no sabe qué le pasó, no tuvo más opción que acatar la recomendación del médico. Dejó de entrenar muchos años.

Nueva etapa y retos

En esa etapa de ‘descanso’, estudió gastronomía y descubrió su afición por la música, especialmente el rock. Empezó a tener una vida nocturna y bohemia. Acudía a los conciertos, inclusive aprendió a tocar la batería y formó su propia banda, pero se dio cuenta que nada la hacía tan feliz como el deporte.

Desde ese trágico sábado de agosto, no volvió a tener fuertes dolores de cabeza, ni mucho menos convulsiones. Con 28 años de edad y confiada en que todo, no fue más que un gran susto, volvió a hacer deporte, aunque esta vez como un pasatiempo. El ciclismo fue el deporte elegido.

“De niña, la bicicleta era mi juguete favorito, montaba desde los cinco años de edad. Con la bici, me movilizaba a todas partes. Rodar en bicicleta luego de lo que me pasó, me ayudó mucho, tanto así que decidí tomarlo en serio”, asegura.

Así es como llegó al ciclismo de aventura. Desde hace tres años, no solo recorre cientos de kilómetros como parte de su entrenamiento, sino también acude al gimnasio para una mejor preparación física.

Pierina quiere volver a ser una deportista de alto rendimiento. Compitió por primera vez en el Dakar Bite y consiguió el primer lugar. “Quiero volver a ser la de antes, me siento bien y fuerte, segura de mí misma, creo tener aún las condiciones y sobre todo las ganas”, enfatiza.

Su meta es ganar el campeonato nacional del Mountain Bike, que se realizará el próximo año y representar al Perú en torneos internacionales. A eso apunta.

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