Gustavo Torres: La historia del joven futbolista, campeón con FBC Melgar en 2015

El popular ‘Patito’, fue el único arequipeño del equipo que se coronó campeón nacional por segunda vez en su historia

Juan Pablo Olivares

Para vivir el día más feliz en el FBC Melgar, Gustavo Torres, tuvo que experimentar un profundo dolor en su vida: la muerte de su abuela. Fue en el año 2015, exactamente el 13 de diciembre, día que el equipo rojinegro jugaba en Lima la primera final del Torneo Descentralizado ante Sporting Cristal.

Torres recuerda que ese día, tenía todo listo para ver el partido junto a su familia por televisión. Juan Reynoso (técnico del equipo), le comunicó que no contaría con él para ese encuentro, pero sí para el choque de vuelta a jugarse en Arequipa, sin embargo, la muerte de su abuela, trajo abajo todos los planes.

“Fue algo que me chocó y a dos días de jugar la segunda final, no sabía si contarle al profesor Reynoso lo que me pasaba. Tenía el temor de quedar fuera del encuentro ante los rimenses y decidí no decirle nada”, recuerda.

Gustavo no quería perderse la oportunidad de jugar la final y cumplir el sueño de ser campeón del fútbol peruano, pero también pensaba en la promesa que le hizo a su abuela: estar presente en su entierro. El joven futbolista estaba en una encrucijada.

“Dos días antes de jugar la segunda final, fue el entierro de mi abuela. Ella me hizo prometerle que estaría en su sepelio y ser uno de los que cargue su ataúd. La verdad no sabía qué hacer, si acudir al funeral o ir a entrenar. Decidí lo segundo”, confiesa.

Pidiéndole perdón a su abuela por la promesa incumplida, Gustavo acudió a los entrenamientos. Reynoso —sin saber lo que pasaba— lo ratificó como titular para el partido de vuelta ante Cristal. “Nadie, ni mi familia, sabía que iba a ser titular en la segunda final. A la hora del partido me encomendé a mi abuelita y con la ayuda de ella, tuve un buen desempeño y salimos campeones. Reynoso nunca se enteró de la muerte de mi abuela”, asegura.

FBC Melgar

En 2012, llegó al FBC Melgar. Fue gracias a su hermano Eduardo (también futbolista) y Walter ‘Macha’ Zevallos, quien era el entrenador del equipo de la reserva. El ‘Patito’, como cariñosamente lo llaman, recuerda que luego de un partido de práctica ante el primer equipo, el argentino Julio Zamora (entrenador de aquel año), decidió que continúe en la reserva y firmó su primer contrato.

En 2013, con Marcelo Straccia como entrenador, es considerado en el equipo profesional. En su primer entrenamiento, tuvo como compañero nada menos que a Ysrael Zúñiga.

“Recuerdo que llegué tarde a mi primer entrenamiento, pero ese día, también era el primer día de preparación de Cachete Zúñiga que regresó al equipo. Él me dijo que uno tiene que entrenar tal y como va a jugar”, dice.

Su debut en el fútbol profesional, fue en el año 2013 a los 17 años, ante el Inti Gas de Ayacucho. Las reglas del campeonato, exigían cumplir con la bolsa de minutos (norma que obligaba a los equipos a acumular minutos con jugadores menores de 20 años), algo vital para el estreno del Patito.

En 2014, con Juan Reynoso como director técnico, Torres confiesa que recién entendió los fundamentos básicos del fútbol. Tuvo más oportunidades de jugar y fue madurando en este deporte, al punto que, fue convocado a la selección peruana sub 20.

“En el año 2015, tuve charlas personales con Juan Reynoso y me di cuenta que, sin conocerme, ya sabía todo de mí. Nos aconsejaba mucho. Nunca voy a olvidar cuando me pidió que no deje de estudiar, que eso era fundamental para él. Yo estudiaba el primer año de Ingeniería Ambiental”, asegura.

Decisión equivocada

En 2016, también consiguió el subcampeonato con el equipo rojinegro. El año 2017, fue su último año en Melgar —aunque no el mejor— y debido a una lesión en la rodilla (rotura de meñiscos), el club le dio su palabra de renovarle el contrato, pero eso no sucedió.

“Yo creí en la palabra del club, es más, tenía propuestas de otros equipos, pero no las acepté, confiado en mi renovación con Melgar, pero no fue así y me quedé en el aire, y sin equipo”, lamenta.

Ante la imposibilidad de seguir jugando en el fútbol profesional, en el año 2018, decidió jugar la Copa Perú por el Alfonso Ugarte de Puno. A pesar de que realizó una buena campaña con el equipo puneño, al año siguiente (2019), volvió al fútbol profesional vistiendo la camiseta del Sport Boys del Callao. Empezó con el pie derecho, sin embargo, se lesionó nuevamente la rodilla, por lo que fue marginado del equipo del puerto.

Sin opciones de jugar y con la cancelación del campeonato peruano por la pandemia del COVID-19, Torres, prácticamente desapareció del fútbol. “Si hubiera continuado en el FBC Melgar, creo que mi presente y futuro hubiera sido diferente, pero no renovar me perjudicó. No sé si fue un acto desleal del club o fue mi culpa por confiado”, reconoce.

Pero no todo fue malo para él, aunque no pudo volver a jugar al fútbol, este tiempo le sirvió para recuperarse de su lesión y, sobre todo, continuar con sus estudios. El joven futbolista está a un año y medio de terminar su carrera de Ingeniería Ambiental.

Torres pensó en dejar el fútbol, pero es consciente que hacerlo es difícil, por eso, le gustaría volver a un estadio, ya sea jugando la Copa Perú, en segunda división y por qué no, en el fútbol profesional.

De lo que sí está seguro, es que este deporte le enseñó a ser una mejor persona y que las oportunidades solo se presentan una sola vez y hay que aprovecharlas.

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