Freddy ‘Chuky’ Torrealva y el gol ante Sporting Cristal que lo convirtió en el peor enemigo de los celestes

El polémico tanto, fue considerado el más humillante en la historia del equipo cervecero y dio la vuelta al mundo

Freddy Torrealva guarda mucha gratitud a Arequipa y a los hinchas melgarianos. En la imagen es el primero de los hincados de derecha a izquierda.

El exvolante llegó a Melgar en 1992 luego de campeonar con Universitario de Deportes.

Juan Pablo Olivares

El gol que generó polémica y que dio la vuelta al mundo, se produjo en el partido entre el FBC Melgar y Sporting Cristal por el Torneo Descentralizado, en el añejo estadio Melgar, el 18 de octubre de 1992. 

Este encuentro es recordado no solo por el aplastante triunfo del Melgar sobre el Cristal por 6 a 0, sino por el famoso gol ‘de perrito’ que Freddy Torrealva anotó en el arco de ‘Pañalón’ Quesada. Para muchos es fue el gol más humillante en la historia de Sporting Cristal.

Melgar llegaba a ese partido motivado y respaldo por su hinchada. Los rojinegros eran prácticamente imbatibles cuando jugaban en casa y aunque el gran favorito era el Sporting Cristal, los rojinegros tuvieron una jornada inolvidable.

El equipo arequipeño era dirigido por Fredy Bustamante y destacaban varios de sus jugadores entre ellos Freddy Torrealva. Aquel pequeño pero hábil jugador que vistió la camiseta del ‘dominó’ tras jugar y ser campeón con Universitario de Deportes.

Hoy luego de muchos años (casi 28), Torrealva recuerda ese partido y ese gol. El exvolante que ahora radica en Pisco, nos cuenta cómo fue una de sus actuaciones más brillantes, no solo con la casaquilla rojinegra sino en su historia como futbolista.

Un gol que provocó odio

“Ese gol. Por ese gol luego todos los de Sporting Cristal me querían matar, me odiaban”, recuerda sonriendo Torrealva. 

“El gol empezó con una jugada del ‘Torito’ Araujo, quien me dio un pase por el medio, luego eludo a tres jugadores rivales y al arquero, y en la línea del arco se me ocurrió arrodillarme y meter la pelota de cabeza. Fue algo que lo pensé en el momento, fue producto de la emoción”, narró con algo de nostalgia el exfutbolista.

Tras anotar ese gol, Torrealva cuenta que fue amenazado por varios jugadores del equipo rival. Dice que la gente del Cristal pensaba que lo había hecho con la intención de humillarlos o burlarse de la institución celeste. 

“Tras el gol, Franco Navarro, que venía de jugar en el Independiente de Argentina y todos sus compañeros me querían ‘partir’. Me decía que cuando juguemos en Lima me iban a matar, que me iban a romper las piernas”, nos cuenta. 

Ya en el partido de vuelta, en Lima, Torrealva, menciona que Navarro y sus compañeros casi cumplen su promesa, “pero al final no pasó nada, todo fue producto de la calentura del partido, todo quedó ahí”, afirma.

Le cerraron las puertas

Chuky — como era apodado cariñosamente— recuerda que antes de jugar ese partido, la campaña que hacía con el dominó era ‘redonda’, tanto así que, el mismo Sporting Cristal que era dirigido por Juan Carlos Oblitas, estaba interesado en él para el siguiente año. 

Sin embargo, tras la actuación y el gol anotado a los celestes, esa posibilidad quedó descartada. Y aunque se frustró el pase, al siguiente año (1993) volvió a fichar por Universitario de Deportes.

Recuerdos gratos

Hoy casi 28 años después, Torrealva señala que esa memorable tarde fue el reflejo del trabajo y unión de todo el equipo rojinegro. Aún no olvida la gran alegría y ocurrencias de su amigo Oswaldo ‘Torito’ Araujo y la gran caballerosidad de Pedro Requena, el capitán. 

“Nosotros casi siempre nos reuníamos en casa de Juan Carlos Ormeño y siempre pasaban ‘cositas’ ahí. Disfrutábamos de esas reuniones. La mamá de Ormeño nos preparaba una deliciosa sopa seca y rocoto relleno. Así nos vacilábamos todos. Claro, siempre había una que otra cervecita, pero esas reuniones eran siempre en nuestro día libre”, confiesa Torrealva.

El retorno a la U

Esa campaña con el ‘dominó’, le permitió a Torrealva volver a ser contratado por Universitario de Deportes (1993) y ser tentado por algunos clubes del extranjero, pero Alfredo Gonzáles, presidente —en aquel entonces— de la institución crema, no le dio la oportunidad de emigrar. 

Torrealva se quedó defendiendo varios años la camiseta crema, equipo en el que se retiró del fútbol profesional debido a una grave lesión en la rodilla.

Agradecido con la vida

A pesar de todo, Fredy es agradecido con la vida y con el fútbol. Empezó cobrando 100 soles en el Octavio Espinoza de Ica y llegó a ganar 4 500 dólares mensuales en Universitario de Deportes. Ese dinero le sirvió para darle una buena educación a sus cuatro hijos y construir su casa en la que hoy disfruta con su familia, en su natal Pisco.

Torrealva guarda mucho cariño a la ciudad de Arequipa y es fiel devoto de la virgen de Chapi. Todos los años regresa para visitarla en su santuario, sin embargo, este 2020 no podrá hacerlo por la pandemia, pero aún guarda esperanza de que esto acabe pronto y vuelva a Arequipa, a recibir el cariño y gratitud de los hinchas melgarianos. 

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