El precio de una medalla

El 2021 será un año olímpico y a pesar de la pandemia, muchos atletas entrenan con la meta puesta en los Juegos de Tokio

Juan Pablo Olivares

Zulema Arenas, tiene 24 años de edad y es una de las mejores atletas del país. La deportista arequipeña, es plusmarquista nacional en los 3 000 metros con obstáculos. Además, batió el récord absoluto en los Juegos Bolivarianos del 2017 y consiguió una medalla de oro.

Su sueño es estar en los Juegos Olímpicos, pero ¿cuál es el método y los riesgos que implica alcanzar la gloria?

Zulema, personifica la imagen de una gran atleta, pero su éxito no es materializado sin esfuerzo. Para conseguir las medallas entrenó muchísimo. El trabajo de Zulema consiste en llevar su cuerpo al límite. “No es fácil ser una atleta de alto nivel. Nosotros exigimos a nuestro cuerpo al máximo, excedemos los límites y eso trae consecuencias más adelante”, señala.

Los atletas de élite se dan al máximo para llegar a lo más alto, incluso cuando entrenan, ¿puede ser bueno esto para la salud? “No veo mi vida sin entrenar o competir, a pesar que me he lesionado muchas veces. Creo que es la única manera de cumplir con el objetivo. Además de esto vivo”, sostiene Zulema.

Para la doctora y especialista en medicina del deporte, Arlett Huambo, ser un deportista de alto rendimiento no es precisamente sinónimo de salud. Sostiene que hay muchos deportistas que entrenan y compiten con lesiones, por ejemplo, las rodillas destrozadas o problemas en la cadera. 

“Las lesiones más comunes son por sobre uso, que son aquellas que se dan por el uso repetitivo de un ejercicio y son las lesiones crónicas como las de tendones y ligamentos”, añadió. 

Zulema Arenas, sufrió varias lesiones en las rodillas. La atleta padeció de lesiones a los ligamentos colaterales, de condromalacia (que es el desgaste de la articulación de la rodilla), además del desgastamiento de cartílagos y de talón de Aquiles.

“Recuperarme de mis lesiones a las rodillas me costó un año. Fue muy doloroso. Me inyectaban las rodillas interdiario y no podía ni caminar. Era tanto el dolor que pensé en retirarme” dijo.

El aspecto mental también es un factor importante. La excesiva presión puede ir unida al estrés. “No cualquier deportista es de alto nivel. Tenemos que conocer a cada deportista para que estos lleguen bien hasta al fin de su carrera, Es muy difícil”, sostiene Arlett Huambo.

Más allá del límite físico

El sacrifico, esfuerzo, los límites físicos y mentales del deportista de élite, muchas veces los llevan a replantear si realmente quieren seguir con ese estilo de vida. Más aún en nuestro país donde el apoyo de las autoridades deportivas se basa solo en los resultados.

“Ser atleta de élite puede traer consecuencias graves como las lesiones y lo peor es que cuando nos pasa eso y ya no puedes competir, las autoridades te quitan el apoyo. Deberíamos tener un seguro y una ley que nos proteja”, afirma Zulema Arenas.

Ella confiesa que se convirtió en una deportista de élite, no solo por el sueño de una medalla o la gloria. Como muchos otros deportistas de alto nivel, el tema económico también es una motivación para llegar al objetivo. “El deportista de alto rendimiento no solo se motiva por pasión, también nos interesa el tema económico para sustentar nuestra preparación y solventar todos los gastos”, añade.

Zulema Arenas y la mayoría de atletas aseguran que el método de entrenamiento es bueno, aunque hayan tenido lesiones. Además, los atletas de élite no señalan a un culpable de sus lesiones, sino más bien están dispuestos a adaptare a cierto grado de sacrificio.

A pesar del éxito de los deportistas de alto nivel, todos ellos pagan un alto precio. Entonces solo queda una pregunta ¿vale la pena pagar ese costo?

“Sí. Porque al correr me siento feliz, fuerte y llena de mucho coraje y valentía. Solo el atletismo me hace sentir segura conmigo misma”, sentenció Zulema.

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