El fútbol y la religión

Varios exfutbolistas, fueron marginados por su fe y el Melgar no fue la excepción

Juan Pablo Olivares

Al convertir un gol, algunos futbolistas se persignan, cierran los ojos y oran. Se arrodillan, abren los brazos y miran al cielo, elevan sus plegarias y luego, festejan junto a los compañeros e hinchas.

Esta especie de ritual, sucede a menudo en los camerinos, en la cancha y hasta en la tribuna. Para muchos, el fútbol está lleno de creencias y otros consideran que la fe, les ayuda a sacar adelante los partidos más difíciles.

Pero, ¿qué hay detrás de esta costumbre o ritual?

Testigos de fe

Para Leonardo Uehara, exintegrante del FBC Melgar, los futbolistas tienen la necesidad de conocer a Dios. Él sabe de muchos testimonios, donde el fútbol, se convirtió en una herramienta de enseñanza y formación para bien mediante la palabra de Dios.

Uehara, habla y refleja la palabra de Dios, dentro y fuera de la cancha y es que la influencia de él, está en su vida desde pequeño.

“Soy cristiano-evangélico y me pedían orar por el equipo para que Dios nos cuide durante el partido. Cuando comparto mi fe, a algunos les agrada y a otros no. He tenido experiencias de compañeros que seguían mi fe y les cambió la vida para bien”, asegura.

Cuando la religión no va con el fútbol

Pero muchas veces, el exdeportista tuvo que afrontar las consecuencias de practicar su religión y hasta fue marginado por ello. Le sucedió en el FBC Melgar. Recuerda que no pudo renovar contrato, porque según el entrenador —de aquel entonces—, había puesto la religión por encima de su profesión.

“Recuerdo que un día, después del entrenamiento, el entrenador me dijo que ya no contaría conmigo porque debido a mi religión, no hablaba lisuras, ni era tan agresivo con el rival”, comenta sonriendo.

Pero no solo en el fútbol fue discriminado; en casa, sus padres se molestaron y varios de sus amigos, se alejaron.

Un caso similar pasó con Gabriel Varillas, exfutbolista y amigo de Uehara, en el equipo rojinegro. “En ese tiempo junto a Leonardo, acudíamos a la iglesia y en los entrenos, los compañeros se burlaban de nosotros y el técnico uruguayo que entrenaba por esos años al Melgar, me dijo que como me había dedicado a la iglesia, ya no contaba conmigo”, recuerda, con algo de molestia.

Gabriel conoció la palabra de Dios desde los nueve años de edad, pero se alejó luego de empezar a jugar al fútbol; sin embargo, una lesión a la rodilla (rotura de ligamento cruzado, ligamento interno y meñisco interno), prácticamente lo sentenció a dejar el deporte rey.

“Cuando me dijeron que ya no podría jugar más, le pedí a Dios que me dé la oportunidad de jugar en el fútbol profesional y que yo le serviría para todo la vida”, rememora.

Y así fue. El exvolante se recuperó de su lesión y jugó en la segunda división y futbol profesional. Para Gabriel, la religión no es un cliché, es tener una relación con Dios.

Dios primero

Leonardo Uehara y Gabriel Varillas, coinciden en sostener que, en el mundo de fútbol, existen muchas tentaciones (como el dinero y la fama) que alejan al futbolista de conocer la palabra de Dios. “Algunos tienen la percepción que la religión, es una ayuda suplementaria y eso no debe ser así. Siempre debemos poner por encima de todo a Dios”, enfatiza Uehara.

Lo cierto es que, para muchos, el fútbol es un generador de emociones y de una fe inquebrantable, y claro, en todo el mundo tenemos el ejemplo de varios futbolistas que expresan su fe a través de la práctica de este deporte.

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