Daniel Prado, el tenimesista que busca llegar a los próximos Parapanamericanos

Es el número tres en el ranking nacional, pero requiere de apoyo para cumplir su sueño

Juan Pablo Olivares

Esta es la historia de un joven que, convirtió su discapacidad en una motivación para salir adelante. Daniel Prado Medina (28), nació con parálisis cerebral infantil (PCI), un trastorno que afecta la capacidad de una persona para moverse, mantener el equilibrio y postura. En Daniel, se distingue por su manera peculiar de caminar.

“Tengo una secuela de PCI. Esto es de nacimiento. En algún momento mi cerebro dejó de recibir oxígeno, pero no fue un daño que afectó mi desarrollo cognitivo”, aclara.

De niño quería ser futbolista. Se inscribía a los talleres de fútbol y pretendía ser arquero, como Oscar Ibáñez. Jugaba con sus compañeros del colegio y quería ser como los demás; además, estudió en colegios convencionales e ingresó a la Universidad Católica San Pablo, como alumno regular.

“Cumplí el sueño de tapar en la selección de mi colegio. Claro, el entrenador me puso solo en los últimos cinco minutos y cuando el partido ya estaba ‘asegurado’. Fue a mis catorce años”, recuerda.

Pese a que este anhelo de ser futbolista no fue satisfactorio, Daniel encontró en el tenis de mesa, una opción de reinventarse y transformar su disgusto en una gran carrera deportiva. Este deporte, le hace feliz.

Pero más a allá de ser un gran tenimesista, también decidió ser un buen profesional. Estudió Psicología en la San Pablo y ahora, realiza un máster en Neuropsicología Infantil; también es profesor de alemán y músico.

EL DATO

La progresión deportiva de Daniel, no deja lugar a la especulación. Es el único paradeportista en actividad y está ubicado en el puesto tres del ranking nacional en tenis de mesa.

Va por más

Su currículo académico es admirable y el deportivo apunta a lo mismo. Su meta es estar presente en los Parapanamericanos del próximo año en Santiago (Chile). El reto es muy complicado, porque un promedio de veinte paradeportistas a nivel nacional —entre hombres y mujeres—, luchan por un solo un cupo.

Daniel entrena tres veces a la semana, pero cumplir con este nuevo objetivo, no solo depende de él, sino del apoyo de las autoridades deportivas e instituciones privadas.

Este año, se realizarán dos opens en el circuito latinoamericano. Uno será en Argentina, en junio y el otro en diciembre, en Costa Rica. “Necesito estar en dos o tres torneos previos a los Parapanamericanos, para ganar experiencia y ritmo, pero es fundamental el apoyo”, señala.

Apoyo solidario

Más adelante, le gustaría trabajar por la mejora del deporte y contribuir en dar más oportunidades a las personas con discapacidad, así como crear una escuela o club de tenis de mesa. En lo profesional, se proyecta a tener un centro de aprendizaje y capacitar a otros profesionales.

Daniel Prado es —sin duda— un joven excepcional y podría serlo aún más. Su discapacidad es parte de él, pero le molesta que lo miren con compasión o pena; además, está convencido de que las personas con discapacidad, deben ser vistas como cualquier persona, después de todo, el tener alguna limitación física no es un impedimento para triunfar en la vida.

Es por ello que Daniel, nunca se puso límites y siempre lucha por lograr lo que se propone. Así es este deportista y prometedor profesional, que pasa sus días entre el estudio, sus consultas psicológicas y las clases de alemán.

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