Copa Zambrano: ¿los altos premios, pervierten el fulbito picante?

Este campeonato reúne a los mejores “peloteros” del llamado fútbol callejero y también a jugadores profesionales. Todos compiten por obtener el “premio gordo”.

Patadas, peleas y agresiones, es lo que más destaca en este tipo de torneos.

Juan Pablo Olivares

Si hablamos de torneos de fulbito en el Perú, el de 15 de Enero fue uno de los de más alto nivel, tradicional e importante que se realizó en Arequipa. Hoy en día, el de Óptica Zambrano, ha tomado también gran relevancia y fama a nivel nacional.

En la 15.° edición de la Copa Óptica Zambrano, no se juega cualquier partido de esquina o pichanga de barrio por ser el mejor; sino por ganar los jugosos premios económicos que están en disputa. Para esta edición, la organización repartirá más de 30 mil soles, nada menos.

La Copa Óptica Zambrano, otorga 15 mil soles al campeón de la categoría libre y 4 mil soles al de la categoría 40 años.

Lluvia de dinero

Aunque según Jesús Zambrano —organizador del campeonato—, el principal motivo de la competencia (al menos en sus inicios), fue hacer deporte con la participación de equipos de barrios o familias; es consciente de que hoy, eso cambió. ¿Acaso ahora, la gran cantidad de dinero en juego, es el principal motivo?

Zambrano ve difícil que participen equipos de amigos y de barrio por los altos costos que demanda ser parte de este tipo de torneos, y por el nivel mostrado de los futbolistas. “Se requiere de un fuerte presupuesto para contratar a los jugadores y costear los gastos”, sostiene.

¿Cuánto dinero se necesita para presentar un equipo en la Copa Óptica Zambrano? Según el organizador, la inversión mínima es de 10 mil a 12 mil soles. Mientras que un equipo que pretende ser protagonista y candidato a llegar a las instancias finales, debe tener un presupuesto que supere los 25 mil soles.

Este dinero se gasta principalmente en el pago a los jugadores. El monto dependerá de la calidad y popularidad de cada jugador. Solo por firmar por un equipo, pueden cobrar entre mil y dos mil soles.

Ahora, si el deportista proviene del fútbol profesional o es uno de los “más ranqueados” puede cobrar hasta 3 mil soles por estampar su firma. Aparte reciben “bonos” de 100 0 200 soles por cada partido.

Sin embargo, las estadísticas muestran que, en promedio y de acuerdo a las etapas del torneo, el rendimiento de un jugador está directamente relacionado con el pago del salario. Es decir, mientras más lejos llegue el equipo en el campeonato, el “bono” y rendimiento del jugador será mayor.

El fulbito ‘picante’ cedió su lugar al fulbito violento.

Fulbito sin esencia

Soles más o soles menos, el fulbito se ha convertido en uno de los deportes más lucrativos del país, debido a una fórmula que resulta ser atractiva y hasta mágica, que es la suma entre el negocio y el espectáculo. Claro, un negocio y espectáculo que —lamentablemente— no está al alcance de todos.

“Ahora participan equipos que representan a empresas o instituciones, en su mayoría privadas. De los 36 equipos inscritos, 34 son de empresas y dos son de equipos de amigos o de barrios”, explica Zambrano con algo de resignación.

Muchos exjugadores y exdirigentes de equipos que fueron parte de estos campeonatos, lamentan que ahora se priorice el dinero, y este sea el motivo principal para competir y llevarse el premio mayor. Con ello, se pierde la razón principal de este juego: la picardía, toque, habilidad y rivalidad, esencia principal del fulbito de barrio.

Para Jorge Luis Choy, exjugador, la principal causa de este cambio son los altos premios económicos que se ofrecen. Así, en la conformación de equipos se prefiere jugadores casi profesionales, que reciben altos montos de dinero por participar.

“Ahora la mayoría de jugadores sale a ‘matarse’ a patadas por el jugoso premio que otorgan al campeón. Lamentablemente, el más fuerte, agresivo o violento parece ser el mejor jugador”, lamentó.

Los jugadores ‘quimbosos’, son neutralizados con prácticas antideportivas.

Demetrio Vilca, exorganizador del campeonato de 15 de Enero y exdirigente del club del mismo nombre, sostiene que ahora los equipos no tienen identificación. Que la mayoría de jugadores son foráneos y juegan porque saben que hay mucho dinero en disputa.

“Antes, en el campeonato de 15 de Enero, los barrios, urbanizaciones y hasta distritos sacaban sus equipos y jugaban por amor a la camiseta y por dejar en alto su zona. Desde que se empieza a traer jugadores de afuera y a pagar, todo empezó a cambiar”, asegura.

Por su parte, Jesús Zambrano, señala que en la Copa Zambrano, se sigue practicando un fulbito sano, y no cree que los altos premios económicos sean el motivo de que se llegue a evidenciar unas jugadas con violencia y hasta malintencionadas.

“Incluso, mucha gente me pide que aumente el premio, pero eso no se puede porque con lo obtenido en las inscripciones no alcanza para los premios”, afirma.

Finalmente, garantizó el buen desarrollo del campeonato y la aplicación de sanciones drásticas a los jugadores que no respeten las reglas de la competencia.

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