Alfredo Quispe, el entrenador de atletas olímpicos

Actualmente es el mejor entrenador de marcha atlética en el país. Estuvo presente en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y Tokio 2020

La marcha atlética, es la especialidad de Quispe y la prueba en que más logros ha conseguido.

El entrenador puneño que radica en Arequipa más de quince años, apunta a París 2024, además, asegura que la Ciudad Blanca, es el lugar ideal para el entrenamiento de alto rendimiento.

Juan Pablo Olivares

En el estadio Melgar —al que él llama su templo o cuartel—, Alfredo Quispe Mamani (44), trabaja todos los días para ‘producir’ atletas olímpicos. Su vínculo con el atletismo, nació en el programa Polo Desarrollo en su natal Puno a fines de los 90. En ese entonces, su trabajo consistía en captar a nuevos talentos.

Quispe, capacitado para ser entrenador (en las pruebas de fondo, medio fondo y marcha atlética), en 2002 llegó al Centro de Alto Rendimiento de Arequipa (CAR) y desde entonces, convirtió a jóvenes deportistas en atletas de élite, siendo el entrenador con más atletas clasificados a los juegos olímpicos (5) en la historia del atletismo peruano.

En la prueba de marcha atlética para los Juegos Olímpicos de Río 2016, clasificaron: Pável Chiuan en los 50 km y 20 km, Luis Henry Campos en 50 km y Jessica Hancco en los 20 km. En los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, también estuvieron presentes: Mary Luz Andía en los 20 km y por segunda vez consecutiva, Luis Henry Campos, también en 20 km. Todos ellos fueron preparados por Alfredo Quispe.

“El atletismo es parte de mi vida. Yo sirvo al deporte y no vivo del deporte, pues si fuera así, estaría en otro lugar y en otras condiciones. Mi primer objetivo, que era llegar a los Juegos Olímpicos, lo cumplí”, asegura.

EL DATO

Alfredo Quispe, también enseña los fundamentos del deporte base a los niños, los días miércoles y viernes de 4:30 p. m. a 5.30 p. m., en el estadio Melgar.

París 2024, el nuevo objetivo

En este nuevo ciclo olímpico, el entrenador no solo tiene como objetivo clasificar a más atletas para los Juegos Olímpicos de París 2024, también buscará que queden entre los ocho mejores y si es posible, conseguir medallas que serían las primeras para el atletismo peruano.

“Tenemos más experiencia y los atletas han madurado psicológica y físicamente”, asegura convencido. Quispe y sus atletas, trabajan los siete días de la semana, para ellos no hay feriados ni vacaciones.

En su trabajo se considera un entrenador exigente, serio y responsable. Dice que el único camino para el éxito es el esfuerzo y constante entrenamiento, mientras sus atletas, cansados y sudorosos por los ejercicios, afirman moviendo la cabeza lo dicho por su entrenador.

“Hasta ahora, el Perú no tiene un atleta que haya conseguido una medalla en los Juegos Olímpicos y a eso apuntamos. No vivo de los recuerdos ni de logros pasados”, añade.

Es por ello que, ahora se concentra en las próximas competencias (campeonato Iberoamericano en España, Juegos Bolivarianos en Colombia y los Juegos Odesur en Paraguay) que forman parte del ciclo olímpico y en donde buscarán clasificar a París 2024.

“El atletismo tiene pruebas para todos: de velocidad y resistencia. En lanzamiento, puedes ser martillo, disco, jabalina o bala. En salto, puedes practicar salto alto, triple y  salto con garrocha. Hay una variedad de pruebas”.

Alfredo Quispe, entrenador olímpico

Retiro a la vista

Con algo de preocupación y resignación, Quispe señala que, del atletismo no siempre se puede vivir y es consciente que, a pesar de recibir un sueldo por parte de la Federación Deportiva Peruana de Atletismo (FDPA), la falta de apoyo y condiciones para un buen y mejor trabajo, es un problema en el deporte peruano.

En ese sentido, el entrenador aclaró que, si bien por ahora está mentalizado en formar atletas olímpicos, si las condiciones para trabajar y la remuneración económica no mejoran, daría un paso al costado y sería después de París 2024.

“No estoy conforme con lo que gano como entrenador, pero mi pasión por el atletismo hace que continúe. Llegará el momento en que tendré que dejar de producir atletas y empezaré a producir dinero. No sabemos qué pasará más adelante”, advierte.

Quispe no sabe que le depara el destino, tampoco quiere pensar en ello, pero eso sí, mientras da instrucciones y exige a sus atletas, el entrenador nos confiesa que, al retirarse del atletismo se dedicará a la gastronomía. Abrir un restaurante es también su sueño.

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