Juan Pablo Olivares
Desde niña, Alejandra Chávez Paredes se caracterizó por ser una mujer de retos. A los 6 años aprendió a nadar en la piscina del Club Internacional, y apenas tres años después, incursionó en la natación competitiva.
Empezó a ganar torneos locales y se propuso una nueva meta: participar en un campeonato nacional. Lo consiguió en 2017, en la categoría infantil, en Lima, donde no le fue nada mal, pues ocupó un meritorio cuarto lugar.
Carácter y disciplina
Nadar es una pasión que Alejandra heredó de su hermana María Fernanda, quien destacó a nivel escolar, regional y nacional. Su influencia fue tal que le hizo entender, desde temprana edad, lo que significaba entrenar con disciplina y competir con carácter.
“Nunca fue una obligación entrenar o aprender a nadar. Aunque es difícil mantenerse en este deporte, por los constantes y fuertes entrenamientos, la satisfacción de hacer lo que te gusta y conseguir logros es lo mejor”, asegura Alejandra.
La decisión de ser una deportista de alto rendimiento, responde al objetivo de seguir creciendo y fortalecer su desempeño. Entre competencias y entrenamientos exigentes, la nadadora quiere forjar una versión más madura y sólida de sí misma en el ámbito deportivo.
Compaginar el deporte con los estudios
Alejandra se considera una chica muy disciplinada, responsable, competitiva y retadora, valores que ha desarrollado tanto en la piscina como en el aula.
Actualmente tiene 18 años, estudia Ingeniería Industrial en la Universidad Católica San Pablo (UCSP) y cursa el tercer semestre. Además, forma parte del Programa Deportivo de Alta Competencia (Prodac), que promueve la combinación de los estudios y el deporte.
Compaginar ambas actividades no siempre es fácil; como muchos jóvenes atletas, Alejandra Chávez debe entrenar varias horas a la semana para mejorar su rendimiento, sin descuidar su desempeño académico. La alumna de la UCSP empieza su día a las 7 de la mañana y termina al promediar las 11 de la noche.
Asiste a clases por las mañanas y en las tardes entrena por espacio de dos horas. El resto del día lo aprovecha para realizar tareas y trabajos. De esa manera, compatibiliza los estudios con sus entrenamientos.
“Me gusta organizarme para poder responder tanto en lo académico como en lo deportivo. No me gusta desvelarme, porque a veces sufro de insomnio. Por eso, trato de dormir las horas que sean necesarias”, confiesa.
Marca registrada
El estilo libre es su favorito, y la prueba de los 50 metros libres es en la que más destaca con una marca de 29 segundos. Sin embargo, su nuevo reto es superar ese tiempo y registrar un segundo menos.
Con ese propósito, Alejandra entrena todos los días y se prepara para su próxima cita: los Juegos Nacionales Universitarios, la competencia ideal para mejorar su marca. “Los Juegos Universitarios 2025 serán mi segunda experiencia. Es una competencia de alto nivel y requiere mucha preparación y entrenamiento. En ese sentido, tengo todo el apoyo de la universidad”, concluyó.