Picaresco entremés: Las edades del amor

Monica Bellucci y Robert de Niro, una de las parejas protagonistas de la película.

César Belan

La picaresca, si bien constituye un género universal, se asentará en los países latinos y muy especialmente en Italia, cuna del humanismo y del Renacimiento. Empapada de estos ideales, la literatura italiana del siglo XIV tornará sus ojos al hombre, celebrando la naturaleza y los placeres de la vida, forjándose un estilo de desbordante erotismo.

Impecables líneas en las que se festejará la voluptuosidad sin culpa; sensualidad de una inocencia semejante a la que gozarían Adán y Eva antes de su expulsión del paraíso.
Siete siglos después, la idiosincrasia italiana, a través de su arte, celebrará la vida y la pasión y aun las adversidades con ánimo generoso.

En esa línea, destacados directores, como Pasolini, Monicelli, Visconti, De Sica y Fellini, entre otros, caerán en los designios del corazón y los sentidos, para luego habitar en los abismos tormentosos del impulsivo y loco amor. Inolvidables filmes como Bocaccio70’ (1962), Casanova 70’ (1965), Ayer, hoy y mañana (1965) y Manuale d’amore son una muestra de cómo ese espíritu aún hoy pervive en el imaginario cinematográfico italiano.

Así pues, frente a la hermética y dolorosa sensualidad a la que nos tiene acostumbrados el cine francés, o frente al intenso erotismo español, angustiado hasta la médula por la culpa, nos sorprenderá la naturalidad y el gozo con que los personajes del cine italiano reciben tanto los placeres de la carne como los males que les siguen. La bonhomía y la exquisitez italiana serán, entonces, el mejor antídoto para cualquier triste suceso.

El amor

Las edades del amor es una cinta que recrea un conjunto de historias que dan cuenta del amor en tres etapas de la vida: la juventud, la madurez y la tercera edad. En todas, los antihéroes abandonarán cualquier escenario estable en aras de una pasión avasalladora.

Bribones desencantados se resistirán a darle cara a las contrariedades de la vida, celebrando al mismo tiempo aquel inocente erotismo, propio del primer encuentro con la mujer amada, como el júbilo y el desenfado infantil.

Con contagiosa chispa e hilarantes ocurrencias, mujeres y hombres de toda edad, origen y circunstancia se abandonarán a los brazos del ángel juguetón de las flechas venenosas para sucumbir —felices— al más doloroso de los destinos.

Fotografía

Son dignas de reseñarse las hermosas vistas de la campiña toscana, serenísima región donde la naturaleza y una espléndida arquitectura medieval que emerge de ella servirán de marco para la película. El sosegado deleite de los sentidos, pues, alcanzará correlato en las cuidadas tomas de la cinta.

Asimismo, las espléndidas actuaciones de Carlo Verdone –célebre comediante italiano– y de los archiconocidos Robert de Niro y Monica Bellucci (cuya voluptuosa belleza fue expuesta con todas sus letras en la película) darán la nota de calidad al filme. Altamente recomendable.

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