Navidad frente a la adversidad

Recibir visitas, estar acompañados y encontrar a amigos forma parte de lo que decenas de pacientes oncológicos esperan en estas navidades.

María del Pilar
Cordero Sánchez
Nohelia Urrutia Salas
Sandra M. Valdivia Aguilar
Club de Periodismo – UCSP

Lo primero que viene a nuestras mentes cuando hablamos de Navidad son palabras como familia, unión, amor o anhelo. Pero para una parte de la población esta fecha trae un significado mucho más complejo de entender. Se trata de personas cuyos estados de salud les genera no solo sentimientos singulares, sino la necesidad de estar muy atentos a detalles como la elección adecuada de la comida o el ambiente en el cual celebrarán Noche Buena. El Instituto Regional de Enfermedades Neoplásicas (IREN) nos abre sus puertas para conocer cómo es que los pacientes oncológicos viven esta fiesta.

“Estas fechas dan origen a un conjunto de emociones que combinadas despiertan un estado de confusión en los pacientes. Es decir, experimentan de forma ambigua alegría e ilusión, como nostalgia y añoranza. Mucho de ello dependerá de características como la edad, la conciencia que tienen de la enfermedad o el lugar de procedencia”, señala la psicóloga Silvana Rosado Chávez, quien junto con la asistenta social Carlota Almirón Baca nos acompañan al recorrido navideño por los pasillos del IREN.

Navidad a cada edad

En el área infantil del hospital, el número de visitantes aumenta notablemente debido a las actividades que se realizan por estas fechas. Diversas celebraciones ofrecidas tanto por el área de psicología y asistencia social, como por el grupo de voluntariado del colegio San José han dado lugar a que cada año se reúnan aquí decenas de niños.

“A pesar de no tener programadas consultas o tratamientos, los niños se hacen presentes debido a que el evento representa un reencuentro que los nutre de motivación e ilusión para seguir luchando contra su enfermedad, razón por la cual son quienes esperan con mucha más emoción y ansias estas fechas”, señala Silvana Rosado.

En adolescentes, la situación es más compleja. “Por las características típicas de esta etapa, se observan con mayor intensidad los deseos de salir del establecimiento y encontrarse con la familia o los amigos”, dice Rosado.

Dada la condición médica de estos pacientes, la licencia de salida requiere de una serie de evaluaciones cuyo resultado, quizá, no es el que ellos esperan. Esto, muchas veces, produce frustración y enojo, y se ve afectado el interés por celebrar las fiestas navideñas. En los adultos, la experiencia es significativamente diferente y en algunos casos hasta contraproducente. “Muchos de ellos prefieren posponer sus citas o tratamientos para pasar más tiempo en familia”, señala la psicóloga.

Una de las razones por las que se da esta situación “es el deseo de olvidar la enfermedad mediante el encuentro con sus seres queridos, de quienes probablemente se han visto obligados a separarse”, cuenta Carlota Almirón.

“Otra situación frecuente es la comparación con su vida antes de la enfermedad y en qué magnitud esta enfermedad ha cambiado la manera en cómo se prepara la Navidad”, agrega.

Silvana Rosado explica que estos factores “influyen en la forma como el paciente experimenta la Navidad”; sin embargo, aclara, “la esperanza y la emoción también son dos grandes manifestaciones que se dan en estas fechas”.

Distancia y emociones

Un grupo significativo de pacientes internados en el IREN llega de diversos lugares de nuestro país, la mayoría de ellos, de la región Puno. Normalmente los traslados hacia el IREN toman mucho tiempo y considerables montos de dinero; lógicamente estas circunstancias se agravan en las navidades.

“En el mejor de los casos, los pacientes tienen la oportunidad de que sea aprobada su solicitud de alta médica y de esta manera pueden viajar. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que en muchas ocasiones, por la naturaleza de la enfermedad, esto no es una posibilidad. Para ellos, que no tienen la opción de retornar a sus hogares y se ven obligados a esperar la Navidad hospitalizados, se hace presente la tristeza y la desilusión”, relata la asistenta social.

Aun así, la psicóloga Silvana Rosado afirma que las celebraciones navideñas pueden ser consideradas como parte de un proceso terapéutico para los pacientes. “El plano emocional es esencial dentro del tratamiento; se considera importante que la persona guarde un buen estado de ánimo pese a las dificultades. Y es en estas fechas que el paciente puede sentir el calor familiar y el abrazo de todos aquellos que le rodean”, refiere.

“Invito a todas las personas que padecen esta enfermedad a refugiarse en ideas positivas en estas fiestas navideñas y a disfrutar con gran ímpetu esta época de amor, siempre tomando en cuenta las precauciones necesarias para el cuidado de su salud”, finaliza.

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