Desde el 2 de Marzo, en las instalaciones de la Alianza Francesa de Arequipa, se encuentra abierta la exposición fotográfica titulada, “Muros entre los hombres”. Esta muestra es el resultado de un trabajo realizado por Alexandra Novosseloff (Especialista de las Naciones Unidas y del Mantenimiento de la Paz) y Frank Neisse (Miembro del Consejo de la Unión Europea), quienes decidieron viajar por dos años a diferentes lugares, desde Tijuana hasta Belfast y Jerusalén pasando por Cachemira.
La intención: fotografiar y conocer la realidad de los pueblos que habitan cerca de estas tapias, para entender mejor en qué consiste su existencia y permanencia a través del tiempo.
La vida entre muros
Veinticinco años han pasado ya desde la caída del Muro de Berlín, sin embargo hoy en día existen otros 17 muros que subsisten y separan a diversas poblaciones, en tanto que otros 30 más empiezan a levantarse silenciosamente. Estas paredes son expresión de tensiones políticas y sociales en un contexto de conflictos heredados históricamente.
Alexandra Novosseloff, a propósito de la aventura que la llevó a hacer todo este peregrinaje, comenta: “A partir de esta experiencia se pudo recopilar un relato rico en anécdotas y observaciones, convirtiéndolo en un ensayo geopolítico. Al mismo tiempo, logramos la realización de un reportaje fotográfico inédito e insólito; lo que queremos es ayudar al lector a comprender mejor la cruda realidad de los muros escogidos”.
Ocho muestras
Al recorrer la exposición, se puede observar en las fotografías inmensos bloques de hormigón o extensas alambradas que dividen lugares en dos. Pintas y dibujos con mensajes, rostros de políticos y frases en diversos idiomas, decoran metros y metros de concreto. En algunas imágenes, se aprecian pequeñas o medianas fisuras que dejan entrever la belleza particular de un paisaje completamente nuevo al otro lado, una realidad que es diferente y extraña para los que viven allí divididos y extrañamente juntos.
Para esta muestra, tan solo se han tomado ocho muros como referencia: la zona desmilitarizada entre Corea del norte y Corea del sur, la línea verde que divide la isla de Chipre, las líneas de la paz en Irlanda del Norte. También figura “El Berm”, un muro de arena que cruza el oeste del Sahara de norte a sur; el Muro construido entre México y los Estados Unidos; el cerco de alambre de púas alrededor de los enclaves españoles de Melilla y Ceuta en Marruecos; el cerco electrificado a lo largo de la línea de control entre Pakistán e India y el muro de separación entre israelíes y palestinos, todos ellos vigentes hasta hoy.
Demoliendo barreras
Todas las fotografías encierran historias de abuso, diferencia, negación, hurto territorial, racismo, separación, violación a los derechos humanos, etc. Frank Neisse, acota: “Este trabajo debe estar encaminado hacia la demolición de esas barreras, mientras las mismos existan, no se puede hablar de una aldea global”.
La construcción de un muro se justifica con el tema de la protección y la no vulneración de la soberanía nacional, pero lo único que ha traído el cúmulo de edificaciones que existen son sólo miles de personas muertas que representan una terrible segmentación social.
Ciertamente las más de doscientas personas muertas a consecuencia del Muro de Berlín no bastaron para cambiar la historia; cayó ese muro y aparentemente en memoria del mismo, se levantaron muchos más.
A pesar de las políticas puestas en marcha, urge dar la espalda a la geografía de la división, de lo contrario todo aquel que desee construir algún tipo de barrera social, siempre tendrá una mínima oportunidad de fragmentarla.