Las 10 mejores películas latinoamericanas de la historia (salvo mejor opinión)

César Belan

Una lista por definición es odiosa, y si se trata de gustos y pareceres lo es doblemente. Sin embargo, con ánimo ilustrativo y motivador me atrevo a ensayar una pequeña relación de películas que, en mi particular juicio, constituyen clásicos del cine latinoamericano; filmes de los que quizás ya me he ocupado y que, a Dios gracias, ya están a la mano en nuestros informales y queridos puestos de venta de películas. Sin más allí les va la lista en orden cronológico:

1. LOS OLVIDADOS (Luis Buñuel, 1950 – México): El film con el que el cine latinoamericano aprende a hacer cine de autor y a mirar su realidad más desgarrada y deslumbrante. Todo esto de la mano de uno de los grandes del cine.

2. MACARIO (Roberto Gavaldón, 1960 – México): La compleja vida y psicología del indígena mexicano se presenta con toda intensidad. Delirio surrealista a la vez que delicioso cuadro de ancestrales tradiciones.

3. ÁNIMAS TRUJANO (Ismael Rodríguez, 1961 – México): Un film que permite la exégesis moral. Soberbia actuación de Toshiro Mifune que evidencia la complejidad de un extraño personaje arrastrado por su difícil entorno. Película que pregona ante el mundo lo particular de la identidad en estos confines del mundo.

4. DIOS Y EL DIABLO EN LA TIERRA DEL SOL (Glauber Rocha, 1964 – Brasil): Film de culto. Frenética historia donde la poesía, presente en los diálogos como en las imágenes, dará cuenta de una tierra de bandidos y santones, de aquellos que vagan por las estériles tierras del nordeste brasilero dejándonos un sabor de novísimo cantar de gesta en cada una de sus aventuras.

5. PEDRO PÁRAMO (Carlos Velo, 1967 – México): Basada en la obra maestra de Rulfo y con guión de Carlos Fuentes, esta película se adentra con éxito en el inconsciente mexicano y latinoamericano. Recreación dolorosa y magnífica de nuestros más profundos sueños y más sombrías pesadillas.

6. MEMORIAS DEL SUBDESARROLLO (Tomás Gutiérrez Alea, 1968 – Cuba): Para muchos, la mejor película realizada en el continente. Gutiérrez Alea reflexiona sobre la condición humana en el contexto de una recientemente conquistada Revolución Cubana. A pesar de lo denso y rico de su contenido, el film discurrirá ágil y excitante, en contrapunto con la sensual cultura cubana.

7. PIXOTE (Héctor Babenco, 1981 – Brasil): Retrato fiel de un país violento, de un continente violento. En él se expone la odisea de un grupo de muchachos marginales que, aprendiendo a ser hombres en un contexto hostil y cruel abandonan su inocencia a un precio muy alto. Dolorosamente hermosa.

8. LA HISTORIA OFICIAL (Luís Puenzo, 1985 – Argentina): En el contexto de las desapariciones forzadas en la Argentina de la dictadura, esta gran película ganadora del Oscar sobresale por su asombroso manejo de la tensión y de la intriga. Sobria, precisa, en ella lo estrictamente necesario nos brinda un espectáculo totalizador.

9. HISTORIAS MÍNIMAS (Carlos Sorín, 2002 – Argentina): Lo menos es más. Fresca, amena, cercana. En historias mínimas se ensaya con acierto un nuevo modo de narrar en el continente. La épica y el desconsuelo de nuestras naciones darán paso a las historias tiernamente íntimas.

10. EL SECRETO DE SUS OJOS (Juan José Campanella, 2009 – Argentina): Oscar a la mejor película extranjera en 2009. Gran despliegue de medios para narrar una extraordinaria historia, donde lo humano palpita en cada cuadro. Cierra un ciclo en este extremo del orbe y consagra a nuestro cine como uno que ha adquirido una bien merecida mayoría de edad.

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