Identidad y cultura a través de la danza

Geraldine Canasas Gutiérrez

Inmersa en todas y cada una de las culturas que poblaron el mundo, la danza es una de las más bellas manifestaciones del folclore de cada país, ciudad, región y pueblos en general; es también el punto de partida para poder estudiar las tradiciones, ritos o mitos de determinada localidad y así poder diferenciarlas unas de otras.

A propósito de la celebración del día mundial de la danza (29 de abril), es conveniente analizar el panorama de las danzas más representativas de nuestra región. Gracias al reconocimiento de la UNESCO, el Wititi ha pasado a formar parte del Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad, pero esto no ha pasado con otras danzas que conforme pasa el tiempo son olvidadas o se desconocen por completo.

Tradiciones interrumpidas

Una de las principales razones por la que se extingue una danza es por la migración del campo a la ciudad. Las nuevas generaciones al desconectarse del mundo rural, dejan de participar en las fiestas o carnavales. Los viejos sabios o poseedores de este arte mueren sin transmitir este conocimiento a los jóvenes, rompiendo el legado de la tradición.

En la región hay danzas emblemáticas: El Wititi, El Montonero Arequipeño, El Carnaval de Arequipa, son las más populares y las que destacan en cualquier celebración o fiesta, sin embargo existe un porcentaje de danzas oriundas pero desconocidas para el público en general y que tratan de ser rescatadas por el Ministerio de Cultura y diversas asociaciones culturales con el fin de evitar su extinción.

Danzas en extinción

El Camile o K’Jamile es una danza de Caylloma que se bailaba para darle gracias a San Isidro, patrón de los agricultores. En ella las mujeres, que representaban a las Huskadoras, realizaban la tarea de regar las semillas de papa en el campo. Los varones, que representaban a los Runatarpoy, eran los que labraban la tierra. El Akarwua era el que proveía de chicha a todos los campesinos y peones, y por último aparecía en Tayta o Padre que se encargaba de bendecir los alimentos. Actualmente esta danza no es practicada por los pobladores.

Otra danza por desaparecer es el Ajtachatac Pallaichis, de la provincia de Condesuyos. En ella se representa al poblador del distrito de Chichas que cultiva y cosecha palta. El baile recrea el transporte de este producto en los animales hacia los pueblos cercanos. Dado que la zona es un valle, el atuendo es verde y en los sombreros de los danzantes, se aprecian flores multicolores.

La danza del Chaco, en tanto, se bailaba en Pampa Cañahuas y nació como representación de la captura de vicuñas. Antes de danzar, se realizaba un rito a la tierra para que las vicuñas descendiesen de los cerros a la pampa. En la danza también se recrean actividades como la práctica del tejido en telar, hecha por las mujeres.

Los Turcos de Arequipa, también de Caylloma, era una danza que representaba la buena aceptación del cristianismo por los pobladores. Es la primera en Arequipa en donde se representa la adoración de la Virgen María. Los hombres vestían un traje propio de la armada española y las mujeres uno distintivo de la región.

Por último tenemos a los Negrillos de Chivay, esta danza es una representación de la abolición de la esclavitud de la raza negra por estos lugares. Aquí los danzantes bailan mostrando no solo las actividades que realizaban, sino también el dolor por las presiones. En el atuendo destacan los enormes canastones de paja que llevan en la cabeza, donde recolectaban los sembríos.

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