“He aprendido a ser distinto siendo yo mismo”

“Los niños entienden perfectamente qué es lo que hay que hacer para dibujar […]. Yo recomendaría no subestimar a los niños”.

Geraldine Canasas Gutiérrez

Ricardo ‘Liniers’ Siri llegó a nuestra ciudad invitado por el Hay Festival 2016. Durante su visita realizó diversas presentaciones: un taller de dibujo para niños, un show formato stand-up y una entrevista para jóvenes. Como siempre, después de cada función no dudó en firmar libros, realizar caricaturas y tomarse fotos con sus seguidores. Esta es la entrevista que, en medio de uno de sus desayunos, le concedió a Encuentro.

Todo el mundo quiere saber cómo era Liniers de niño, pero ante esta pregunta solo sueltas una carcajada, lo que causa aún más curiosidad.
(Risas). Pero es que la gente se imagina que yo era un pibe superdotado, lleno de habilidades que reconocían los maestros y sorprendía a los otros niños, ¡nada más erróneo! Ponete a pensar conmigo, ¿qué tipo de niño es uno que se dedica siempre a dibujar? Claramente uno que quiere estar alejado del resto, que no habla mucho, que no se desenvuelve a sus anchas. El observador, ese era yo, el que nunca llamó la atención de nada ni de nadie. Lo siento si la respuesta no cumple las expectativas, pero ese era yo.

Pero no cualquier niño es fanático de Quino, Hergé o Goscinny, o al menos no empieza a copiarlos desde temprana edad.
Pero es que en mis tiempos las historietas de papel lo eran todo, un mundo paralelo y fantástico, era imposible no quedar fascinado ante eso, yo no pude. A mí me encantaba y, sin embargo, no pensaba yo en esas épocas hacer algo siquiera parecido; quizás a lo mucho que llegué fue a cambiarles el final cuando no me gustaba o me dejaba en suspenso.

Ahora, aparte de ser historietista también eres considerado artista plástico.
Un poquito nada más (risas). Y bueno, lo que pasa es que he aprendido a ser distinto siendo yo mismo, a desarrollar facetas; porque a fin de cuentas el arte es eso: varias facetas y varios momentos. Valoro que se me reconozca por ello, aunque en verdad mi intención jamás disparó para ese lado.

Tus personajes, sus historias y sobre todo su trasfondo han tenido éxito, ¿a qué crees que se debe?
¿Con “trasfondo” te refieres a algo oculto?

¿Puede haber algo oculto en una niña y su gato, o en Olga?
No, claro que no, y es que de eso se trata todo esto. Para nadie es novedad que vivimos dentro del caos, todos los días vemos cantidad de noticias que no dejan de ser pesimistas y es inevitable no contagiarte de esa onda depresiva, por eso decidí que la línea de las historietas tenía que ser optimista y salpicada de humor; porque, bueno, yo tengo un humor negro, negrísimo, no sé cómo luego se transforma, pero eso es otra historia.

Hoy te abrazaron mucho y te agradecieron por tu trabajo y los mensajes de tus dibujos. Has calado mucho en tus seguidores.
No me lo creo y me siento conmovido hasta las lágrimas, de verdad. Estoy más que agradecido con todo el público arequipeño y peruano, me han tratado con cariño y desde que llegué. Y el hecho de que reconozcan mi trabajo me sienta de maravilla; porque entonces dedicarme a pintar una tira diaria, soñar en hacer eso toda mi vida, ha valido la pena desde el primer dibujo que hice.

Imposible dudar de tu talento, pero a todo experto también se le acaba la inspiración, ¿has sufrido alguna vez del síndrome de la hoja en blanco?
En blanco en blanco, no, pero reconozco que hay días de musas y hay días de mozzarella (risas). Lo que pasa es que no hay una técnica para poder evitarlo, esto pasa y ya; hay que superarlo, hay que reinventarse para inventar, no es un proceso simple como pueden llegar a pensar muchos, pero la meta es una tira diaria y una diaria hay que entregar.

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