El músico en el Perú

La profesión de músico ha recorrido diferentes fases. Hoy goza de buena reputación.

Augusto Vera Béjar
Músico

A través de la historia, los músicos peruanos han pasado por varias fases muy definidas. En la época antigua utilizaban instrumentos de percusión como la tinya, especie de tamborcillo fabricado con piel de puma, y posteriormente instrumentos melódicos aerófonos como la antara o sicu y el pinquillo.

Con los conquistadores españoles se difundió, aunque en forma muy restringida, la música del Renacimiento y el Barroco, que se encontraba en boga en la Europa de los siglos XVI, XVII y XVIII. Diversos informes de cronistas y clérigos de la época alaban la capacidad de los indígenas para tocar los instrumentos europeos y para cantar la música sacra, en algunos casos compuesta aquí por creadores criollos o indios.

Naturalmente, pese a las grandes restricciones impuestas a las creaciones musicales populares, que muchas veces criticaban abiertamente el carácter dominante y hasta lascivo del dominador, los naturales se las arreglaron para seguir cultivando su música y sus danzas, heredadas de sus antepasados.

La ópera prima

El siglo XVIII fue particularmente rico en creaciones musicales. En el Perú se compuso la primera ópera americana, con el nombre La púrpura de la rosa, escrita por Tomás de Torrejón y Velasco sobre el libreto de Calderón de la Barca y estrenada en 1701.

La producción musical del virreinato ha sido parcialmente estudiada y se puede ubicar especialmente en la catedral de Lima y en el archivo del seminario de San Antonio Abad del Cusco.

En uno de esos repositorios se halló la célebre composición polifónica, la primera escrita y publicada en América, denominada Hanacpachap Cussicuinin, compuesta en Andahuaylillas antes del año 1622 y atribuida a un sacerdote español, aunque existen fundadas razones para creer que su autor fue un indio cusqueño. La obra, difundida hoy por todo el mundo, es un canto a la Virgen y está escrita en el idioma quechua o runa simi.

Periodo romántico

En el periodo romántico comienza a mirarse al músico como un ser descuidado, incapaz de poner los pies en la tierra y soñando siempre con sentimientos más que con realidades, además de otros aspectos peyorativos.

Así, el músico en los primeros años de la República, y bien entrada la época moderna, no tenía buena fama en nuestro país. Un informe de la reforma de la educación peruana, editado en 1970 como base de la reforma educativa que se inició en aquellas épocas, señalaba que son tantas las deformaciones que había sufrido el arte como creación humana que estas dieron paso al concepto de una vida ociosa.

Esta situación condicionó también el aprendizaje de la música en la escuela. El curso no tenía ninguna importancia ‘práctica’ y se le podía suprimir por cualquier motivo. El profesor de música colaboraba con esa situación mostrándose muchas veces como el más descuidado, impuntual, irresponsable e informal de todos los profesores.

Cambios

Hoy, la situación ha cambiado. Una importante generación de músicos y profesores de música le ha devuelto al arte musical la prestancia que nunca debió abandonar. Prestigiosas universidades nacionales han creado escuelas profesionales de música, algunas de las cuales van más allá del simple entrenamiento instrumental.

La profesión del músico se ha revalorizado y su presencia es parte importante de la vida cultural de nuestro pueblo. El profesor de música no solamente es respetado, sino buscado y valorado como el que más. Un buen colegio ya no puede existir sin un buen equipo de profesores de música.

Un reciente estudio realizado entre alumnos del Programa Profesional de Educación de la Universidad Católica San Pablo ha demostrado que la música como profesión, lejos de acarrear problemas en la familia, contribuye a la unión familiar desde diversos aspectos. Casi el 100 % de los participantes aseguró que si su hijo decidiera dedicarse a la música como profesión recibiría el apoyo íntegro de la familia.

Los tiempos han cambiado para bien. Un músico es un ser importante y valioso para la comunidad, sobre todo, desde nuestro punto de vista, si trabaja en los aspectos, a veces venidos a menos, de la conservación y el reforzamiento de la identidad cultural de los peruanos.

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