Bajo costo de producción del cobre atenúa caída en el precio mundial

El Perú es el segundo productor mundial de cobre y lidera el ranking de bajos costos de producción.

Rolando Vilca Begazo

Los costos de producción de cobre en el Perú son más competitivos que en Chile, el primer productor mundial de este mineral. De acuerdo a la consultora internacional Wood Mackenzie, para producir una libra de cobre en nuestro país se tiene que gastar, en promedio, US$ 0.88, en tanto que en el país del sur la cifra llega a US$ 1.42.

Esta diferencia de costos (que incluye costo de minado, chancado, concentración; gastos administrativos; y fletes), en opinión de Renata Saettone, jefa de Análisis Sectorial de Estudios Económicos en Apoyo Consultoría, nos deja en una mejor posición para atenuar la disminución en el precio internacional del cobre, como consecuencia de la ‘guerra comercial’ entre Estados Unidos y China.

En junio, el precio de la libra de cobre llegó a US$ 3.33, pero en las últimas semanas cayó hasta US$ 2.78, luego de que Estados Unidos y China aplicaran restricciones arancelarias a la importación de productos entre ambas naciones. Previamente, se estimaba que la cotización del metal rojo cerraría el 2018 entre US$ 3.0 y US$ 3.1 por libra.

Saettone destacó que en el Perú “hay insumos muy importantes en la industria minera, como la energía, que es más barata a diferencia de Chile”, por lo que el sector minero seguía siendo muy rentable en nuestro país. Este panorama se condice bien con el reciente anuncio de la empresa Anglo American para desarrollar el proyecto Quellaveco, en el tercer trimestre de este año, con una inversión cercana a los 5 300 millones de dólares.

No obstante, Saettone también aclaró que en el ranking mundial para atraer inversiones mineras estamos en el puesto 19, por debajo de Chile y mejor ubicados que México y Brasil, en Latinoamérica. Aquí la débil institucionalidad, el marco jurídico, la conflictividad social, entre otros elementos, nos pasan la factura al momento de ser más confiables ante los ojos de los inversionistas.

Inversiones seguras

La buena noticia es que hasta antes del anuncio del inicio de Quellaveco en Moquegua, se tenía asegurada una inversión de US$ 4 600 millones en el sector minero para este año, y sobre eso, según Saettone, “no habrá marcha atrás”. Este panorama confirma la recuperación de las inversiones mineras, que en el 2017 llegaron a US$ 3 900 millones, y el inicio de un nuevo ciclo de megaproyectos, a los que se podrían sumar Pampa de Pongo y Tía María, en el caso de Arequipa.

Saettone señaló que Pampa de Pongo entró en un “proceso de reevaluación integral” para analizar el desarrollo de un yacimiento polimetálico, con la explotación de hierro y cobre. Esto haría más rentable el proyecto ubicado en la provincia de Caravelí, donde se estimó una inversión inicial de US$ 2 500 millones. Aun así, podría iniciar operaciones en el 2019, ya que cuenta con todos los permisos aprobados.

Por el lado de Tía María (Islay) —US$ 1 400 millones de inversión—, se encuentra pendiente la licencia social, y para Renata Saettone, “el Estado no da señales claras de apoyo al proyecto”.

Otro proyecto que avanza es Zafranal (extracción de cobre y oro entre las provincias de Caylloma y Castilla), que demandará una inversión de US$ 1 160 millones. Para fin de año presentaría el Estudio de Impacto Ambiental (EIA).


Impacto de Quellaveco

La fase de construcción del proyecto Quellaveco tomará hasta cuatro años y generará 9000 puestos de trabajo directos y 30 000 indirectos. En el primer año, se estima que aportaría 0.4 % al producto bruto interno (PBI) del país. Cuando inicie la fase de operación, producirá 300 000 toneladas de cobre y su aporte al PBI será de 0.9 %.

 

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