Deysi Pari
El Gobierno Regional de Cusco (Gore Cusco) elevó su demanda por la administración total de Machu Picchu, el atractivo turístico más importante del Perú.
El gobernador Werner Salcedo llevó el conflicto al ámbito jurídico e interpuso una demanda constitucional de cumplimiento contra el Ministerio de Cultura para exigir la transferencia de la Dirección Desconcentrada de Cultura, que involucra el control sobre la administración de la maravilla mundial.
Reclaman que todo se maneje en Lima
Uno de los reclamos de fondo es el manejo financiero centralizado desde Lima. La región busca la autonomía y la oportunidad de demostrar su capacidad para gestionar el atractivo turístico más importante del Perú.
El gerente regional de Comercio Exterior y Turismo, Rosendo Baca, señaló a Encuentro que, solo por la venta de entradas a la ciudadela inca de Machu Picchu, se generan anualmente alrededor de S/ 200 millones, tomando como referencia el año 2024. Según Baca, el uso de este importante monto tendría que evaluarse “paso a paso” si la demanda del Gore Cusco es atendida.
“Primero, hablemos de la transferencia y que sea un hecho. Si hablamos de turismo y de gestión turística, el know-how y el conocimiento de la gestión turística a nivel nacional está en Cusco. Esta es la experiencia, la experticia de nuestras instituciones y profesionales del sector turismo. Creo que estamos en la suficiente capacidad de poder administrar este recurso”, afirmó el gerente.
¿Qué presupuesto maneja Cusco?
Cusco es una región clave en la recepción de recursos, pues además del impacto del turismo, también alberga los yacimientos de gas natural, por lo que recibe importantes transferencias por canon gasífero.
Este año, el Gore Cusco tiene un Presupuesto Institucional Modificado (PIM) que asciende a S/ 985 millones 454 mil para proyectos de inversión y, según el portal de Transparencia Económica del Ministerio de Economía y Finanzas, hasta la fecha solo ejecutó el 62.6 % de estos recursos.
Rosendo Baca explica que de los S/ 200 millones que ingresan anualmente por las entradas a la ciudadela, solo “un promedio de 5 %” se destina para el mantenimiento, preservación y pago de personal de Cultura en Cusco, lo cual resulta “insuficiente”.
Es crucial señalar que el ingreso económico que genera Machu Picchu es independiente de la recaudación del Cosituc (Boleto Turístico del Cusco). El Cosituc maneja un modelo de gestión distinto que abarca otros 14 recursos turísticos, como Sacsayhuamán, Pisaq, Moray, entre otros, y no incluye el acceso a Machu Picchu.
Contexto complejo
La pugna por la administración ocurre en un contexto complejo para la región imperial. La Cámara de Comercio de Cusco, a cargo de Fernando Santoyo, advirtió en una conferencia de prensa en Lima que, debido a los problemas en el distrito de Machupicchu por la ruta Hiram Bingham, se perdieron S/ 5 millones en solo cinco días, y son S/ 25 millones que el turismo habría dejado de percibir a nivel nacional.
Sin embargo, el gerente regional de Comercio Exterior y Turismo, Rosendo Baca, sostiene que no coincide con estas cifras. Aunque inicialmente se preveía una cancelación del 15 % de los paquetes turísticos hacia fin de año a raíz de los conflictos, el Gore Cusco cree que, tras el restablecimiento de las actividades, el impacto no alcanzará ese nivel.
Como ejemplo de la recuperación, citó que durante la reciente paralización por la ruta Hiram Bingham, el ingreso a Machu Picchu se redujo a 2600 visitantes, pese a que el aforo permitido es de 5600 personas. No obstante, la normalidad se restableció rápidamente, volviendo a recibir entre 5000 y 5300 visitantes diarios, según el funcionario.
A pesar de los desafíos y conflictos, el gobierno regional mantiene una proyección optimista para el cierre del año. El objetivo es alcanzar el millón y medio de visitantes en la antigua ciudadela inca.