Liz Ferrer Rivera
Este año, Moquegua se consolidó, por cuarto año consecutivo, como la primera región en desarrollo y gestión eficiente en el país, al liderar el Índice de Competitividad Regional (Incore). No obstante, para el politólogo moqueguano, Andy Phillips Zeballos, las cifras positivas del Incore no son suficientes para afrontar el escenario de crisis climática que se avecina en el mundo.
Moquegua cumplió 484 años de fundación española y, de acuerdo al Instituto Peruano de Economía IPE, se afianza como la región líder en competitividad en la edición 2025 del Incore, con un puntaje de 7.4 sobre 10. Ese resultado señala que Moquegua se mantiene entre las regiones más sólidas, con un alto nivel de desarrollo económico e institucional.
EL DATO
En Salud, según el Incore 2025, Moquegua lidera en cobertura médica, reducción de la desnutrición crónica y mejora de la vacunación. Sin embargo, aún enfrenta el desafío de reducir la anemia infantil.
En el pilar Institucional, la región se consolida gracias a gobiernos locales con gestiones eficientes y mayor recaudación municipal. No obstante, presenta falencias en seguridad ciudadana y en el manejo de la conflictividad social.
Sin embargo, a pesar de esa buena noticia, Phillips Zeballos destaca que hay otros aspectos que muestran que Moquegua aún tiene falencias en la gestión pública. La semana pasada, la Contraloría informó que Moquegua perdió la viabilidad de 47 proyectos de inversión, valorizados en más de S/ 786 millones. Esta situación se debió a la falta de acción de 17 entidades públicas, lo que impidió la ejecución de obras de agua, infraestructura educativa, salud, transporte, electrificación rural y turismo.
Los proyectos caducaron entre el año 2024 y el 30 de septiembre de 2025. La Contraloría resaltó que la viabilidad de los proyectos públicos tiene una vigencia de tres años desde su registro.
“Reiniciar todo el proceso desde la fase de formulación genera más costos y retrasos en brindar servicios indispensables para [mejorar las condiciones de vida de] más moqueguanos. Lo que muchas veces pasa es que las obras son pensadas con criterios electorales y no [en función de] las necesidades de la población”, sostiene el politólogo.
IMPORTANTE
La Contraloría informó que Moquegua perdió la viabilidad de 47 proyectos de inversión, valorizados en más de S/ 786 millones.
Phillips Zeballos destaca que Moquegua es la región con el mayor PBI (producto bruto interno) per cápita del Perú, debido al impacto de su actividad minera. “Muchas veces no se sabe qué hacer con el dinero público y cuando ocurre ello, se improvisa o se actúa bajo intereses particulares”, puntualiza.
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Demanda y futuro
Moquegua es una región con poca población, gran minería y trabajo formal. Según Phillips, esas características crean el escenario favorable para un índice de competitividad basado en cifras; sin embargo, se carece de una economía diversificada y, por lo tanto, de profesionales especialistas en distintas ramas que puedan ser necesarios para enfrentar retos como el cambio climático.
El Centro Nacional de Planeamiento Estratégico proyecta que, para el año 2030, el 58 % de la población peruana vivirá en zonas con escasez de agua, lo que representa un riesgo significativo para la calidad de vida, la agricultura, la industria y la estabilidad social del país.
“¿Cómo conseguir un desarrollo sostenible en un contexto de crisis climática donde el agua será un bien escaso? ¿Qué pasará con la actividad extractiva? Ese es un tema del que se tiene que hablar y poner los cimientos para enfrentarlo. En el futuro no será suficiente con depender de la minería”, advierte Phillips.
El profesional comenta que el discurso de desarrollo regional está incompleto si no se trabaja también el área de desarrollo humano, el cual tiene en agenda el derecho a la salud, educación, al agua, seguridad, entre otras necesidades, que dan calidad de vida.
“Si incorporamos desarrollo humano a nuestro concepto general de desarrollo, veremos que Moquegua no es tan superior a otras regiones vecinas”, concluye, al tiempo de advertir que no puede existir un desarrollo sostenible sin cambios reales en el enfoque político, la Constitución peruana y las prioridades de atención del Gobierno.
