Monseñor Javier Del Río Alba
Arzobispo de Arequipa
Conforme pasan los días, aumentan las manifestaciones de los padres y madres de familia en contra del Currículo Nacional de Educación Básica que el Ministerio de Educación pretende imponer en todos los colegios del Perú, públicos y privados, a partir de este mes. La última marcha contra ese Currículo convocó en Lima a decenas de miles de personas, mientras que en Arequipa fueron varios miles, así como en otras ciudades del Perú.
El aumento de manifestantes se debe a que diversos colectivos están divulgando el verdadero objetivo de ese documento. En Arequipa, por ejemplo, lo viene haciendo la Plataforma Ciudadana, cuyos dirigentes organizaron hace unos días un evento en el que participaron el médico Luis Solari, ex primer ministro del Perú, y la abogada Beatriz Mejía, directora de Educa Bien.
Gracias a personas como ellos se va tomando conocimiento de que, a través del nuevo currículo escolar, el Gobierno nacional está abriendo las puertas de las escuelas para que en la educación de los niños y los adolescentes se introduzca la ideología de género, que niega la realidad bio-psico-socio-espiritual del hombre, varón y mujer, en su diversidad y mutua complementariedad orientada al matrimonio y a la perduración de la familia como núcleo básico de la sociedad.
Como lo dijimos anteriormente, a través de los medios de comunicación y las redes sociales hay una campaña que pretende negar la existencia de la ideología de género y, por tanto, su presencia en el currículo de marras. Una de las portavoces de esa campaña ha sido la ministra de Educación.
Sin embargo, en un foro organizado en la sede del Congreso de la República hace pocos días, cuando algunos asistentes le pidieron que explique por qué niega la presencia de la ideología de género en el currículo escolar y leyeron ante ella algunos párrafos del mismo que contienen elementos de esa ideología, la señora ministra, en lugar de responder, optó por retirarse del foro, con lo cual quedó de manifiesto que no tiene manera de demostrar lo que afirma.
La verdad es que, aunque la ministra de Educación diga lo contrario, el nuevo currículo educativo diferencia entre el sexo biológico (varón o mujer) que nos viene dado por la naturaleza, y el género que, según dicen los promotores de esa ideología, cada uno es libre de construirlo a su antojo (homosexual, bisexual, transexual, queer, etc., etc.).
El nuevo currículo educativo promueve también los llamados derechos sexuales y reproductivos y, aunque no menciona cuáles son, es sabido que según la misma ideología de género entre estos derechos están el aborto a libre demanda, así como la distribución gratuita a adolescentes de preservativos, anticonceptivos y la abortiva ‘píldora del día siguiente’.
Es por eso que en un comunicado presentado el 30 de enero último, los Obispos del Perú nos hemos hecho portavoces de la preocupación de la ciudadanía y hemos pedido que se suprima del nuevo currículo escolar aquellas nociones provenientes de la ideología de género. No estamos pidiendo que se suprima todo el currículo, ni mucho menos que no se promueva la igualdad de oportunidades entre varones y mujeres, con la cual estamos de acuerdo. Solo pedimos que el Estado no imponga a los escolares una ideología que les hará mucho daño a ellos y a la sociedad.
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