Un negocio que se convirtió en una comunidad

Plantum AQP, es una empresa arequipeña ecoamigable que promueve la conservación del medio ambiente desde casa y cada vez gana más seguidores

Gabriel Centeno Andía

Cuando Renato era niño, acompañaba a sus abuelos a la chacra que tenían en El Cural (Uchumayo). De pequeño lo que más le gustaba, eran esos paseos al campo para ver el ganado y disfrutar de la campiña arequipeña.

Algunos años más tarde, ya con 24 años de edad y graduado como ingeniero agrónomo y agrícola, Renato Fernández sostiene un emprendimiento que busca conservar esas áreas verdes que tanto disfrutó y además, intenta convertirlas en áreas más productivas, aprovechando los residuos orgánicos que se generan en cada hogar.

Plantum AQP es una empresa ecoamigable que brinda el soporte técnico a familias, empresas e instituciones, para ser solidarias con el medio ambiente, principalmente promoviendo el compostaje.

“Hace dos años empezamos este emprendimiento y antes de formalizarlo, hicimos un estudio de mercado, descubriendo que a muchas personas les importaban los temas de conservación del medio ambiente y el cuidado de su alimentación, por lo que el mercado tenía potencial, aunque no era tan sencillo”, refiere.

Y sí, debe ser complejo cambiar el chip de las personas para que puedan segregar sus residuos orgánicos y llevar a cabo el proceso de descomposición. “Además teníamos que sensibilizarlos y brindar un acompañamiento para que aprecien el beneficio suyo y de la comunidad”, asegura.

El proceso de elaboración de compost lo aprendió cuando estudiaba ingeniería, pero lo perfeccionó cuando egresó y pudo hacer algunas pruebas en su casa. “Esa etapa fue compleja porque mi familia temía la aparición de una plaga de moscas o la generación de mal olor, pero nunca pasó. Lo gratificante fue demostrar que el proceso era efectivo para poder replicarlo”, sostiene Renato.

Una cadena ecológica

Para el desarrollo del compostaje, Plantum AQP agrupó a varios artesanos de Pucará que confeccionaron las ollas de barro donde almacenan los residuos orgánicos para generar el abono natural. “Es un producto que hace más agradable el proceso, en comparación a tenerlo expuesto en alguna parte de la casa. Es algo que ha facilitado el proceso de compost y es un producto que decidimos comercializar”, remarca.

La proximidad que tienen con sus clientes, propició la conformación de una comunidad que realiza esta actividad y que la replican con otros familiares e incluso, con los más pequeños que son los más entusiastas. Es una ‘comunidad compostera’.

Basura en cifras

Según la información que maneja Plantum AQP, 80% de la basura que se genera en un hogar es orgánica, 10% es reaprovechable (papel, cartón, plástico, entro otros) y el otro 10% no se puede aprovechar. Con esa data, Renato sostiene que solo 10% de la basura debería terminar en un botadero, pero eso lamentablemente no ocurre y casi toda se acumula en botaderos, generando gases de efecto invernadero que ocasionan el calentamiento global.

“En Arequipa el sol nos mata y tenemos una alta radiación, precisamente producto del calentamiento global. Esa situación se puede revertir, tal vez no de inmediato, pero podemos sumar para alcanzar ese objetivo”, dice convencido.

Plantum AQP asegura que 20 kilos de residuos orgánicos (que en promedio se generan en 1 semana) pueden convertirse en 1.5 kilos de compost, pero no todo puede ser usado en casa, —salvo tengan un amplio biohuerto— en todo caso, podrían llevarlo al parque más cercano para el cuidado de las flores o regalarlo a quien lo requiera. “El tema es reutilizar los residuos para reducir la contaminación”, asegura.

EL DATO

El compost se puede guardar hasta por un año para usarlo en nutrir todo tipo de vegetación.

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