El reencuentro de artesanos en el Fundo el Fierro

La tradicional feria artesanal se suspendió por dos años debido a la pandemia. Este año volvió y reunió a 80 artistas con sus mejores trabajos

La nueva edición de esta feria reunió a 80 artesanos.

Christiaan Lecarnaqué Linares

Julio Seguil Ríos trabaja desde los ocho años en mates burilados.

Julio Seguil Ríos talla en calabazas secas, un ingrediente infaltable en las picanterías arequipeñas. En Cochas Chico, provincia de Concepción (Junín), esta cucurbitácea se emplea también para elaborar artesanías.

El trabajo de Seguil, llamado mates burilados, se conoce por la feria artesanal Fundo el Fierro, realizada luego de dos años de suspensión por las restricciones de la pandemia del COVID-19.

Estos frutos traídos de Piura, Lambayeque y Trujillo a Cochas Chico, se secan por 20 días. El líquido de la calabaza drena naturalmente mientras el artesano rasca la cáscara para darle un color amarillo oscuro. Al finalizar este proceso, la calabaza presenta una corteza dura como la de una madera, lista para tallar con un buril o clavo de acero.

Julio Seguil trabaja en este oficio desde los 8 años. Hoy tiene 53. Lleva 45 años dedicado a este arte heredado por sus padres.

Un trabajo minucioso

Para dar color a ese trabajo utiliza ichu quemado mezclado con aceite. Forma una pasta negra en la mano y luego la frota sobre la calabaza. La lava con agua y los restos de la crema artesanal quedan en las líneas de los dibujos dándole un color oscuro a la artesanía.

El artesano muestra uno de sus trabajos hecho en cuatro meses. Tiene un diámetro de 20 centímetros, aproximadamente, pero el tamaño es lo de menos. Los dibujos son minuciosos y hablan de una paciencia que pocos pueden presumir.

Este arte tiene años. En las regiones del norte encontraron cerámicos similares de 3 500 años de antigüedad. En la actualidad, casi todo el pueblo de Cochas Chico se dedica a esta línea de artesanal. Según el Sistema de Información para la Promoción y Desarrollo del Artesano del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), hay 295 artesanos de los mates burilados en el país.

Cabezas de pasto

Las cabezas de pasto de Míster Pasto están de moda por estos días, señala Paul Vargas.

En esta feria, también destaca Paul Brandon Vargas Rueda. El joven es uno de los integrantes de Míster pasto o también conocida como cabezas de pasto.

El producto consiste en emplear medias panties café, rellenarlas con aserrín y semillas de pasto de la especie rye pasto. Luego con este relleno forman caras de tal manera que cuando el pasto crece simula una cabellera verde.

El acabado se asemeja al personaje de la película El náufrago con la actuación de Tom Hanks: Wilson, una pelota con cabello artificial acompañó al personaje en una isla solitaria.

Chocolates rellenos

Henry Huamaní presenta sus chocolates de Quillabamba en el Fundo el Fierro.

Henry Huamaní Cconcho, ingeniero industrial, dirige una empresa de chocolates de cacao de Quillabamba. Aprendió el oficio dentro de una familia consagrada a la elaboración de pasta de chocolate. Desde 2015 inició su negocio Real Quillabamba y ofrece productos como el chocolate para taza, pero también comestibles rellenos con aguaymanto, pecanas, almendras, frutos rojos, maracuyá, pishtacos, etc.

EL DATO

Según información del Mincetur en Arequipa hay 1746 artesanos registrados al 16 de marzo de 2020. A nivel nacional son 83 759.

La feria

Esta feria artesanal permite conocer trabajos de varias regiones del país. Yrmino Hancco Mamani, presidente de la Asociación de Artesanos Productores Fundo el Fierro, precisó que 80 participan en esta edición.

Comenta que no organizaron el evento por dos años debido a las restricciones de la pandemia. “Fue un bonito reencuentro”, calificó Hancco.

Esas limitaciones afectaron notablemente a los artesanos. No vendían en sus puestos y la mayoría eran adultos mayores, por lo que el virus perjudicó más a este grupo etáreo. La asociación reúne a 40 socios y dos murieron por COVID-19.

En la actualidad hay una nueva oportunidad. Aunque los turistas (principales clientes de los artesanos) empiezan a ‘gotear’, la normalidad poco a poco va tomando forma en Arequipa.

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