Imagine y póngase creativo

Las hermanas Coaguila ofrecen un servicio personalizado al cliente para productos de su preferencia. Este emprendimiento nació hace más de un año en una casa de Alto Selva Alegre.

El trabajo personalizado se realiza en un taller ubicado en Alto Selva Alegre.

Christiaan Lecarnaqué Linares

Las hermanas Claudia, Karla y Camila Coaguila, hace un año iniciaron un emprendimiento que se pone al servicio de la creatividad del cliente. Su trabajo consiste en personalizar agendas, tazas, poleras, mouse, pad, cartucheras, etc. cualquier objeto preciado por el usuario que busque un diseño único en el mercado.

La idea nació hace más de un año cuando la menor, Camila, mostró un vídeo en su casa de Alto Selva Alegre, en el que una joven chilena enseñaba a personalizar sus agendas. De inmediato la propuesta gustó a las otras hermanas.

“Nosotras podemos hacerlo mejor”, dijeron, más aún porque calzaba con sus habilidades. Por ejemplo, Claudia tenía a su favor su experiencia en diseño gráfico y visual, conocimiento clave para los diseños personalizados.

Así, las tres juntaron sus ahorros, compraron los materiales y herramientas apropiadas para ofrecer este servicio en Arequipa. No demoraron mucho en ejecutar el negocio. Practicaron algunos días de enero y aprendieron rápido, debido a que tenían las habilidades y ganas de sacar adelante el proyecto. En febrero, el negocio arrancó con el nombre de “Imagine”.

Personalizan desde agendas hasta cualquier producto solicitado por el cliente.

Los inicios

Iniciaron en febrero de 2021, aprovechando el mes del amor, para ofrecer primero, agendas personalizadas. Sus primeros clientes fueron sus familiares y amigos. Karla incluso se “autocompró” una para regalarla a su enamorado. “El entorno familiar y amical es importante para los emprendimientos”, comentó Claudia Coaguila.

Si el comprador deseaba que vaya su nombre en la parte de abajo de las hojas o en medio una marca de agua, Imagine lo hacía. Si querían un anillado metálico, dorado o que combine con el color de la portada de la agenda, también lo hacían.

Así poco a poco se hicieron conocidas en redes sociales y ferias. Pasaron de las agendas a personalizar otros objetos, y a atender hasta 15 pedidos por semana. “Nuestro crecimiento ha sido exponencial este año”, señaló satisfecha Claudia.

Por ejemplo, una arquitecta pidió colocar las pinturas de Alejandro Núñez Ureta, acuarelista arequipeño, sobre paisajes arequipeños, en la carátula y contracarátula de un cuaderno A4. También solicitó que su nombre vaya impreso en la parte inferior de todas las hojas.

Ese trabajo se mostró en una feria desarrollada en un centro comercial de Arequipa, donde apareció la bisnieta de este pintor. Ella quiso comprar el cuaderno, sin importar que llevara otro nombre grabado en las hojas, pero luego al explicarle que se trataba de un trabajo personalizado y que podían hacerle uno semejante, desistió y pidió dos con las pinturas de su bisabuelo que pronto serán llevados a Estados Unidos.

Lo mismo sucedió con unos padres que querían regarle un cuaderno de dibujo a su hija con las imágenes de la película Encanto de Disney. En la portada hay una imagen metálica inspirada en los personajes de esta película y en la contraportada aparece un árbol genealógico, como el diseñado para la familia Madrigal, protagonistas de esta cinta animada, pero con fotografías de la familia de la niña.

Utilizan materiales amigables con el medio ambiente.

Diseños únicos

No hay límites en este trabajo. El cliente viene con ideas e Imagine hace una propuesta. Luego con la venia del comprador, las hermanas hacen su magia. “Queremos que cada persona que contrate con Imagine tenga algo único en el mundo. Ellos van a tener la garantía de que ese diseño no se volverá a repetir”, afirmó Karla Coaguila.

Además, son minuciosas en su trabajo. Si notan un error, lo vuelven a hacer y asumen los costos; no entregarán el diseño hasta que lo consideren perfecto para el cliente. “Ellos no notan el error, pero nosotras sí, y no estamos contentas hasta que esté perfecto”, señaló Karla.

También avanzaron en otras líneas de producción. Este año, por ejemplo, para una boda realizaron tarjetas polaroid que llevaban códigos QR con información de vídeos y canciones dedicadas para cada invitado. Los asistentes tomaban su celular, escaneaban esa información y de inmediato escuchaban el tema escogido por los novios. Fue un trabajo duro, pero gratificante porque generó muchas emociones durante la celebración.

El emprendimiento fue bautizado como Imagine.

Buen avance

El negocio avanza bien. A Claudia le cayó como anillo al dedo, porque siempre quiso administrar su propio emprendimiento. No la pasó bien en la pandemia de 2020, primero, porque perdió su trabajo y luego tuvo covid-19. Pasó esa incertidumbre y consiguió otro empleo en su rama, pero igual tenía ese “bichito” de sacar adelante su negocio propio. Por eso la idea de su pequeña hermana Camila cayó en el momento perfecto.

Eventualmente Claudia tiene otros trabajos e Imagine ya empezó a pagar las cuentas y generar ganancias. Sus hermanas equilibran sus otras actividades con este negocio. Camila aún sigue en el colegio, pero tiene la misma habilidad que un diseñador gráfico junior, por eso en sus tiempos libres apoya a Claudia. Entretanto, Karla egresó recientemente de sus estudios de derecho, ejerce su carrera en Arequipa y también trabaja en Imagine.

Sus padres también apoyan. En ocasiones fueron vendedores en una feria o apoyaron en adecuar el taller que funciona en su casa, en Alto Selva Alegre, para desarrollar estos trabajos. “Mis padres son un pilar importante en este emprendimiento”, agradeció Claudia.

Imagine está empezando a tomar vuelo, como las ideas de sus clientes que encontraron en este emprendimiento el hacedor de sueños perfecto.

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