El mundo multicolor de Puski

Emprendimiento de antigua alumna de Ingeniería Industrial de la San Pablo, ofrece teñido de fibras naturales, prendas tejidas a mano y madejas multicolores.

Irma Valdivia, exalumna de la San Pablo, incursionó en un emprendimiento dedicado al teñido de fibras naturales y tejidos a mano.

Christiaan Lecarnaqué Linares

En el segundo piso de su casa, en la avenida Arancota, Irma Valdivia Paredes, implementó un taller dedicado al teñido artesanal de fibras naturales y a la confección de tejidos a mano, para venderlos bajo la marca Puski.

Lleva seis años dirigiendo este emprendimiento (en abril cumplirá siete), ofreciendo productos que se venden en Arequipa y Lima.

Irma estudió la carrera profesional de Ingeniería Industrial, en la Universidad Católica San Pablo (UCSP). Egresó en 2014 y su aspiración era tener un negocio, aunque no tenía aún claro qué tipo de productos vender u ofrecer al cliente. Sin embargo, la idea le llegó cuando trabajaba para una empresa de hilados, dedicada a la exportación.

Percibió, junto a un amigo, que había mercado para este tipo de productos, así que ambos decidieron unir fuerzas y emprender una vez que cerró esa compañía.

Bajo el nombre de Puski (esta es una combinación de dos palabras quechuas: puska que se refiere a la herramienta que hace hilados artesanalmente y maki, mano, es decir, “hilado a mano”), tejieron esta historia de éxito. “Queríamos ofrecer un mundo de colores y felicidad”, dijo.

Ella se dedicaba a los procesos, contrataciones, órdenes de compra, contacto con los clientes, etc., mientras él estaba a cargo del teñido de las fibras.

Recientemente, empezó a ofrecer tejidos a mano.

2018, año del cambio

Cerca a 2018, su socio decidió emprender otros proyectos, así que Irma tuvo que aprender a teñir las fibras. A partir de ese año, ya no sólo se dedicaría al aspecto administrativo y comercial del negocio, sino también a la producción.

Afrontó este desafío y aprendió a teñir las fibras. No se le hizo difícil porque se trataba de aprender fórmulas, como las matemáticas y conocer algo de química para mezclar y aplicar las recetas de colores, dos temas que maneja bien. “El problema fue encontrar la tonalidad perfecta”, indicó.

No obstante, además de la capacitación de su exsocio, también recibió cursos en Lima y otra capacitación en Chile, para confeccionar el camino de Puski hacia la meta.

Luego, se sumaron al proyecto su mamá, Mirtha Paredes Otazú, y su hermana, Perla Valdivia Paredes, quienes ahora siguen involucradas en el negocio.

Al inicio, Puski estaba dedicado al teñido de fibras naturales, pero luego se fue diversificando. Irma recordó que su mamá empezó a tejer con los saldos de fibras que quedaban en el taller. Estas prendas gustaban a los clientes, y así nació la idea de presentar prendas terminadas al público.

El impulso de la pandemia

Después llegaría la pandemia y el emprendimiento tuvo un mayor impulso. En ese lapso en que la humanidad se detuvo para contener los efectos de un virus peligroso, las personas dedicaron su tiempo al tejido de prendas. Por eso es que luego de la pandemia, hubo una demanda por este tipo de trabajos.

Desde ese momento, no sólo se limitaría a teñir las fibras, sino que ofrecería productos acabados. En 2022, asistieron a una feria de tejidos en Lima, donde vendieron casi todo durante el primer día de exhibición. Esa presentación supuso un nuevo empuje, ya que se hicieron conocidos entre algunas empresas de la capital.

“Lo que me sorprendió es que no sólo compraban señoras adultas, sino también hombres y gente joven”, agregó.

En la actualidad, Puski continúa ofreciendo teñido de fibras y prendas a terceros, tejidos y accesorios, además, cuenta con madejas propias con colores enteros y matizados, para que usted mismo confeccione sus chompas o mantas.

El proceso de fabricación es artesanal, debido a que el tinturado de fibras se hace a mano. Para lograr hilos matizados (es decir, con una diversidad de colores), no se guían por el azar, sino que cumplen con determinados parámetros.

Trabajan en fibra de alpaca, seda, algodón y lino; pronto también probarán con el bambú. Además, emplean tintes orgánicos importados y variedad de fibras con muchas ventajas: son suaves al tacto, fáciles de tejer, no hay fricción, no pican y dejan un buen acabado.

El proceso se hace en un taller habilitado en su domicilio.

Las sorpresas de la vida

Por la cabeza de Irma jamás pasó la idea de dedicarse a este rubro. Incluso recordó que tejía sólo en los talleres del colegio. Cuando escogió la carrera de Ingeniería Industrial, su gusto por las matemáticas la guio y durante su formación universitaria le atrajo la logística y el comercio internacional. Tenía la aspiración de iniciar un negocio y la vida terminó conduciéndola a un mundo de colores.

Todo lo aprendido en la universidad, lo aplica en el día a día de su emprendimiento. Además, destacó que varios de sus compañeros de la San Pablo también dirigen sus propios emprendimientos. “Somos una promoción de emprendedores, donde nos apoyamos mutuamente”, comentó.

Puski no se detiene, ha evolucionado en el tiempo y parece estar cerca de su objetivo más ambicioso. “No voy a parar hasta que mis productos se vendan afuera”, decreta la exalumna de la San Pablo, confiada en que Puski tenga en el extranjero la misma aceptación que tiene en el país.

EL DATO

Para contactarse con Puski, pueden llamar al: 949294091. Tiene cuenta en Facebook: https://www.facebook.com/profile.php?id=100069973833161 Instagram:  https://www.instagram.com/puski.aqp/ Tik Tok: https://www.tiktok.com/@puski.aqp Mientras tanto, sus prendas tejidas se promocionan en cuentas de Facebook e Instagram, con el nombre de puski.aqp.tejidos

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