Deysi Pari
Los proyectos para llevar el gas natural a las regiones del sur del país que aún no se benefician con este recurso, siguen enfrentando retrasos y reprogramaciones. Y, aunque el Gobierno es optimista, solo uno de ellos podría empezar a llevar el gas de consumo domiciliario a las familias en diciembre de este año.
La viceministra de Hidrocarburos, Iris Cárdenas Pino, hace poco se reunió en Arequipa con las autoridades regionales de Cusco, Puno, Madre de Dios, Moquegua y Arequipa. Allí les informó sobre el avance de estas gestiones en el corto y mediano plazo.
Plantas de regasificación en Cusco
En relación a las plantas de regasificación de gas en Cusco, la que corresponde al distrito de San Jerónimo ya está culminada y la construcción de las redes domiciliarias iniciará el 11 de noviembre.
“Se estima que el primer hogar debería estar conectado para la quincena de diciembre”, afirmó.
Las viviendas, dijo la funcionaria, tendrán tres puntos de conexión de gas: uno para cocción de alimentos, otro para calentamiento de agua y un tercero para calefacción. Todo ello sería financiado con el bono del Fondo de Inclusión Social Energético (FISE).
Aunque este proyecto avanza de manera satisfactoria, no ocurre lo mismo con la planta de regasificación de Quillabamba (provincia de La Convención). El proceso de licitación no prosperó, pues solo se presentó un postor que, finalmente, desistió. De esta forma, la convocatoria fue lanzada otra vez. La viceministra señaló que están evaluando este caso, de lo contrario, la planta sería incluida en otro proyecto de gas.
En ambos casos, el proceso consiste en transportar el gas natural licuado en camiones cisterna desde la planta Melchorita, en Cañete (Ica), hasta las plantas satélite de regasificación en Cusco, donde el gas líquido se convierte a su estado gaseoso y, desde allí, se distribuye a las viviendas.
En Puno, las licitaciones fallaron
En Puno ocurre algo similar, el proceso de licitación para la construcción de las plantas de regasificación en las zonas de Ilave y Azángaro se “cayó” hasta en dos oportunidades. El Ministerio de Energía y Minas (Minem) lanzó una tercera convocatoria, cuya buena pro está prevista para el 7 de noviembre.
En el caso de Arequipa, donde ya se cuenta con las plantas de regasificación, la proyección es extender las redes domiciliarias en los siguientes meses.
Cusco paga el gas más caro
Mientras el proyecto del Gasoducto Sur Peruano sigue paralizado y sin signos de reactivación, pese a que ya se desembolsaron millones de soles en el tendido de tuberías, la intención es seguir con la construcción de estas plantas de regasificación y apuntar a otras propuestas alternas de gasoductos.
Según la viceministra de Hidrocarburos, el proyecto contempla la instalación de otras plantas de regasificación en 13 ciudades. De ellas, ocho deberán licitarse este año.
El gobernador regional del Cusco, Werner Salcedo, recordó que la región imperial, donde están los yacimientos de gas, no se beneficia de este recurso. “Cusco, dueño del gas, paga el gas más caro del país. Y donde se produce [en Camisea], hay hogares sin energía eléctrica”, afirmó.
La viceministra sostuvo que las plantas de regasificación son proyectos que intentan pagar “la deuda” que se tiene con esa región.
También existen otras iniciativas, como la Planta de Fraccionamiento de GLP, en Kepashiato, para la producción de 1.6 mil barriles por día de gas licuado de petróleo. Esta se ejecutaría mediante la modalidad de obras por impuestos. Actualmente, su expediente técnico está en revisión.
Por otro lado, también se encuentra el proyecto del Gasoducto Regional Cusco, que consiste en llevar el gas de Camisea hasta la región. La viceministra especificó que ProInversión es la entidad encargada de desarrollar los estudios y, para ello, el Minem ya le transfirió 300 millones de soles. Según el cronograma, la viabilidad del proyecto recién se otorgaría el 30 de marzo de 2026 y, a fines de diciembre de ese año, se realizaría la adjudicación mediante concurso público.

Otros proyectos para el sur
En cartera también figura otra iniciativa relacionada con la empresa Cálidda, con la que se negocia una adenda a su contrato para distribuir el gas natural a siete nuevas regiones. El objetivo es conectar a 201 mil usuarios en 15 localidades, entre ellas algunas de Puno y Cusco. La funcionaria indicó que este proyecto consiste en tender 3738 kilómetros de tuberías para las conexiones. La suscripción de la adenda está retrasada, pero la viceministra sostuvo que si esta alternativa prospera, las regiones involucradas tendrían el gas a precio de Lima.
Asimismo, hay otra propuesta de Transportadora de Gas del Perú (TGP), que plantea ampliar el gasoducto existente en 923 kilómetros más, desde Humay (Ica) hasta Arequipa, para llevar gas natural a las regiones del sur, como Arequipa y Moquegua.
Cárdenas explicó que, el 22 de octubre, TGP presentó una actualización de la adenda del contrato que ya tiene con el Gobierno, la cual viene siendo evaluada por el Minem. El problema de este proyecto es que excluye a Cusco y Puno. La ministra indicó que el caso todavía debe ser analizado.
Reservas para 15 años más
Como se puede ver, los proyectos de masificación del gas todavía tienen un largo camino por recorrer. Mientras tanto, el gerente técnico y de recursos de información (e) de Perúpetro, Asaid Bandach, sostuvo que, con las reservas actuales del país, contamos con 15 años de suministro de gas.
Por otro lado, los recursos prospectivos, es decir, aquellos que aún están por explorar, ascienden a 43 trillones de pies cúbicos. Por ello, las autoridades destacaron la necesidad de hacer más exploraciones para asegurar el recurso por los próximos 30 años.











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