Liz Ferrer Rivera
Tacna es una ciudad que ha crecido en medio del desierto y el agua potable es insuficiente para sus más de 320 mil habitantes. La última propuesta de sus autoridades regionales para solucionar este eterno problema es la construcción del embalse Cardos, una obra millonaria que –afirman– podría duplicar la oferta hídrica y garantizarla hasta el año 2050.
El Proyecto Especial Tacna (PET), órgano que depende del Gobierno Regional de Tacna, elabora el perfil de Cardos en la actualidad. El jefe de meta, el ingeniero Vianney Torres Alférez, explica que la obra consiste en captar las aguas excedentes del río Sama en época de lluvias, llevarlas hasta el embalse que da nombre al proyecto y traerlas hasta Tacna.
Los excedentes del río Sama suman hasta 40 millones de metros cúbicos de agua, que según Torres terminan en el mar sin ningún uso. La zona de captación de Cardos estará en terrenos de la comunidad de Chipispaya, en el ande de la provincia de Tacna y el embalse se construirá en una depresión natural ubicada a 21 kilómetros de la carretera Panamericana.
El agua que se obtenga cubrirá la demanda poblacional y también se distribuirá entre los agricultores del distrito de Sama. Los ministerios de Desarrollo Agrario y Vivienda y Construcción han adelantado que apoyarán a Cardos, y se tiene planificada la firma de convenios con el gobierno regional.
EL DATO
La ejecución física de Cardos podría tardar hasta dos años y costar mil millones de soles. Sería el primer megaproyecto hídrico que se ejecutaría en Tacna, con esa magnitud de inversión.

Ventajas
El gerente del PET, Carlos Arteta Valderrama, sostiene que Cardos se caracteriza por una ventaja: está libre de conflictos sociales. Aunque los primeros 17 kilómetros de Cardos están en una comunidad andina, el resto de su trazo (54 km) estará en terrenos eriazos del Estado.
Arteta afirma que la zona de la futura captación no está en uso, además, el gobierno regional está socializando el proyecto con los comuneros y ha recibido una buena respuesta, tomando en cuenta los pedidos y opiniones de los 154 habitantes de Chipispaya.
Antes de la pandemia, Tacna tuvo un proyecto hídrico bandera: Vilavilani. Este pretendía trasvasar aguas del río Ancoaque en época de avenida (aumento del caudal) hacia la ciudad de Tacna. El proyecto fue suspendido tras protestas y marchas que surgieron en contra de su implementación.
El Gobierno Regional de Puno se opuso, argumentando que también tenía competencia en dicho proyecto y la provincia de Tarata (Tacna) también rechazó la obra, al cuestionar que el gobierno regional tomaría agua del ande para la ciudad, pero no satisfacía las demandas sociales en el área de influencia.
Así, a pesar de haberse licitado en algunos de sus componentes, Vilavilani quedó paralizado. Otro de los proyectos detenidos por el rechazo social es el entubado de la quebrada Vilavilani. El PET quiere evitar la pérdida de agua por filtraciones en ese tramo, pero la comunidad de la zona se opone. Hace cuatro años el proyecto está postergado.

Calidad de agua
En el pasado, la calidad de agua potable en Tacna también ha sido cuestionada. El agua que se consume en el Cercado de la ciudad proviene del río Uchusuma y debido a su origen contiene boro, arsénico y otros metales. Ese es otro problema que arrastra Tacna, la falta de fuentes de agua de buena calidad.
La planta de la Entidad Prestadora de Servicios de Saneamiento (EPS) Tacna es antigua y su capacidad de tratamiento no es la mejor. Torres refiere que el agua de Cardos puede tener una menor concentración de metales y para cuando el proyecto sea una realidad también estará en operación la nueva planta de tratamiento construida por el Ministerio de Vivienda.
IMPORTANTE
En Tacna, además de Uchusuma, se extrae agua del subsuelo con energía eléctrica, lo cual es costoso para la EPS Tacna.

Futuro
Richard Peñaranda Pacho fue gerente del PET en la época en que Vilavilani fue rechazado. En la actualidad es el gerente de la EPS Tacna. Desde su experiencia, Peñaranda sostiene que los conflictos sociales en los proyectos hídricos suelen estar movidos por intereses políticos, más que por cuestionamientos ambientales.
Recuerda que las críticas a Vilavilani nunca llegaron a probarse en el fuero judicial o técnico. Enfatiza que para sacar adelante un megaproyecto hídrico se necesita contar con el apoyo de la sociedad organizada y las autoridades, desde alcaldes distritales hasta el gobierno regional.
“La comunicación es fundamental junto a la unidad política y social. Los intereses particulares hay que dejarlos de lado. Sólo así se puede hacer frente a cualquier obstáculo”, declaró.
La corrupción también es el talón de Aquiles en las megaobras de Tacna. El nuevo hospital regional está paralizado desde 2020, por problemas entre el consorcio ejecutor y el gobierno regional, además de ser objeto de investigaciones fiscales por pagos irregulares.
Peñaranda aconseja que las empresas que postulen para ejecutar un proyecto emblemático, pasen por un sistema de precalificación, puedan demostrar su experiencia técnica, cuenten con un fideicomiso y no sean consorcios “formados de la noche a la mañana”.
El gerente del PET, Carlos Arteta y el ingeniero Torres, afirman que Cardos es una solución a mediano plazo para el déficit hídrico de Tacna. En la actualidad, la ciudad recibe 950 litros por segundo de agua y Cardos podría duplicar esa oferta hasta 2050.
“El horizonte es sólo hasta 2050, porque la población aumenta y el clima está cambiando. Cardos podría tener una capacidad de almacenamiento de 30 millones de metros cúbicos, lo que sería el equivalente a tres represas Paucarani (la represa más importante de la región)”, concluye Torres.
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