Etiquetado con críticas

Si todo marcha bien, desde mayo del 2018 se aplicará el nuevo etiquetado en los productos alimenticios.

Rolando Vilca Begazo

El 19 de agosto se publicó —con 46 días de retraso— el proyecto del Manual de Advertencias Publicitarias para el rotulado de productos procesados con alto contenido de sal, azúcar y grasas. Sin embargo, lo que debería ser un mecanismo para cuidar la salud de las personas en el fondo avalaría el consumo de alimentos dañinos.

La decana nacional del Colegio de Nutricionistas, Saby Mauricio, cuestionó que “se insista en parámetros técnicos que no se ajustan a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), cuyo cumplimiento es exigible por la ley de alimentación saludable”. (Ver recuadro).

De igual forma, el expresidente de la Asociación Peruana de Consumidores (Aspec), Jaime Delgado Zegarra, señaló que, tal como está diseñado, este manual conduciría al error a la población porque haría creer que aquellos productos que no tienen un sello de alto contenido de sal, azúcar o grasas son saludables, cuando eso no es exacto.

Recordemos que la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable para Niños, Niñas y Adolescentes (Ley n.° 30021) dispone que los valores máximos de sodio, azúcar y grasas en alimentos y bebidas no alcohólicas deben basarse en recomendaciones de la OMS y la OPS. No obstante, en la reglamentación de esta norma (D. S. 017-2017-SA) se distorsiona su aplicación y se fijan indicadores muy elevados.

Esto motivó que instituciones como el Colegio de Nutricionistas del Perú y el Colegio Médico, de manera separada, presenten un recurso de acción popular ante el Poder Judicial en contra del reglamento de la Ley 30021 porque infringe la mencionada norma.

Esta respuesta tardaría algunos meses, pero podría corregir el error o, en todo caso, terminaría de avalar una decisión del Gobierno, que en opinión de algunos críticos favorecería a la industria de alimentos procesados.

Seguimos a Chile

Llama la atención además que tanto el reglamento de la ley de alimentación saludable como el etiquetado propuesto por el Ministerio de Salud (Minsa) sean muy similares al modelo chileno. La única diferencia es que en el país sureño no se consultó nada, solo se dispuso su aplicación y punto. En nuestro caso se fijó un plazo de 90 días para recibir opiniones y sugerencias acerca de la propuesta de etiquetado, después de lo cual será aprobado y se implementará en seis meses.

Es decir, desde mayo del 2018, si no hay nuevos retrasos —la reglamentación de la Ley 30021 tardó cuatro años—, las industrias de alimentos procesados estarán obligadas a colocar el sello de alto contenido de sal, azúcar o grasas, según sea el caso en sus productos.

Octágonos

El Minsa elaboró el manual que permitirá el rotulado de todos los alimentos procesados en función de un estudio de investigación aplicado a escolares de 12 a 16 años y padres de familia que son directivos de Apafa en las ciudades de Lima, Trujillo, Cusco y Tarapoto.

El documento propone utilizar octágonos de fondo negro y letras blancas en los que se incluirá las advertencias ALTO EN SODIO, ALTO EN AZÚCAR, ALTO EN GRASAS SATURADAS o CONTIENE GRASAS TRANS.

Adicionalmente, se colocará un rectángulo informativo con la indicación EVITAR SU CONSUMO EXCESIVO, y en el caso de las grasas trans será EVITAR SU CONSUMO. (Ver la composición de la imagen).

En publicidad

La publicidad en medios radiales, televisivos e impresos también deberá consignar claramente las advertencias, según corresponda, de alto contenido de sodio, azúcar o grasas. Y no se deberán utilizar elementos dirigidos a menores de 16 años, como personajes, figuras infantiles, accesorios, dibujos animados, etc., que puedan incitar a su consumo.

Desconfianza

En relación con el plazo de 90 días para recibir opiniones y sugerencias sobre el manual de etiquetado, la decana nacional del Colegio de Nutricionistas, Saby Mauricio, considera que el Ejecutivo no tomará en cuenta tales aportes. Este temor se debe a que cuando se solicitó comentarios sobre la reglamentación de la ley de alimentación saludable no atendieron ninguna sugerencia ni la recomendación de la Comisión de Salud del Congreso para que sea corregida y respete el tenor de la misma norma.

“Para qué piden opiniones o diálogo si ellos [el Gobierno] no tienen interés en escuchar y tomar en cuenta nuestras sugerencias. De qué democracia hablamos si no nos permiten a las instituciones representativas de la sociedad defender la salud de las personas”, recriminó.

Rechazo

Por su parte, el director de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), Alejandro Daly, a través del diario especializado en economía y negocios Gestión, rechazó el manual de etiquetado propuesto por el Minsa al considerar que “las advertencias son más severas que las que se usan en los licores”.

Detalló además que este mecanismo constituye un obstáculo técnico al comercio y que “el Minsa no es consciente del gravísimo daño que está ocasionando al país”. Asimismo, dijo que con estas medidas el Minsa “no va a reducir la obesidad y el sobrepeso, sino que seguramente va a generar mayor desnutrición y anemia, y mayor informalidad”. En respuesta, Saby Mauricio declaró a Encuentro que la SNI se opone a este manual “porque no quieren que la población se entere de qué consume”.

“No vamos a esperar que los indicadores de obesidad y sobrepeso en los niños estén al mismo nivel que en otros países para recién adoptar algunas medidas. Además, según la ley del consumidor todos tenemos derecho a recibir información adecuada de lo que consumimos”, añadió.

Experiencia internacional

Al margen del cuestionamiento a las condiciones en que se implementará el rotulado de advertencia de alto contenido de sal, azúcar y grasas en los productos procesados, Jaime Delgado consideró que el camino iniciado en el Perú contribuirá a promover una alimentación saludable.

“Tomando en cuenta la experiencia de Chile y Ecuador [pioneros en esta práctica], se propiciará la reducción del consumo de aquellos productos nocivos para la salud, porque la población tomará conciencia y cambiará de hábitos de consumo. Y en el caso de la industria, empezará a reformular la producción de estos alimentos”, precisó.

Al final, tanto Jaime Delgado como Saby Mauricio coincidieron en que la industria, como ha ocurrido en otros países, terminará por adecuarse y ajustará su producción a lo que exige el público consumidor.


¿Leen las etiquetas?

De acuerdo a la encuesta Pulso Perú de Datum, elaborada en julio pasado, el 97 % de los peruanos están de acuerdo con que las etiquetas de los productos alimenticios muestren una advertencia en la que se indique el nivel de sal, grasas y azúcar que contienen.

Así también, el 55 % de los encuestados indicó que sí lee la información que aparece en las etiquetas de los productos; y de ellos el 69 % entiende la información sobre el contenido de los diferentes insumos que se emplean en su elaboración.

La misma encuesta evidenció que después del caso de la ‘leche’ Pura Vida, el 55 % de los consumidores cambiaron sus hábitos de compra y consumo de alimentos; y de este segmento el 41 % decidió no comprar ni consumir leche evaporada.


El Dato

Según estimaciones del Ministerio de Salud, el 71 % de las galletas que se comercializan en el país deberían etiquetarse con ALTO EN GRASAS SATURADAS; el 62 % de snacks salados, con ALTO EN SODIO; el 54 % de bebidas lácteas, con ALTO EN AZÚCAR, y el 48 % de los cereales para el desayuno, con ALTO EN AZÚCAR. La mayoría de las gaseosas y los jugos en caja deberían también etiquetarse.

 

 

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