Conflictos en colegios

La comunidad educativa del colegio Juan Pablo Vizcardo y Guzmán exige una sanción ejemplar por el caso de tocamientos a tres menores.

Rolando Vilca Begazo

El ambiente que se vive en la mayoría de los colegios públicos de Arequipa dista mucho de la armonía que debería existir no solo entre alumnos y docentes, sino en el entorno laboral interno y en la relación de los padres de familia con el director a cargo de la institución.

Según el director ejecutivo de la Corporación Paidos (Corpaidos) —colectivo de educadores—, Alfredo Aguilar Medina, “en el 78 % de las escuelas estatales existen problemas que han generado la ruptura de las relaciones al interior de la comunidad educativa”.

La mayoría de los conflictos, agrega Aguilar, están vinculados al autoritarismo y al despotismo con el que actúan los directores en contra de la asociación de padres de familia (Apafa), a denuncias de malversación y desaparición de fondos, y a casos de abuso, maltrato, acoso y agresión a los alumnos.

Días atrás, un grupo de directivos de Apafa se reunió en la sede de Corpaidos para exponer su malestar por estos hechos, ante la falta de respuesta de las autoridades educativas de las UGEL Sur y Norte (unidades de gestión educativa local).

Tocamientos

El caso que más llamó la atención fue el reportado en la institución educativa de secundaria Juan Pablo Vizcardo y Guzmán en Hunter. Allí se denunció al docente Delio Alex León Ruiz por tocamientos a tres alumnas en el 2016. La investigación es realizada por la Primera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Hunter.

Aquí, pese a los reclamos de las adolescentes, el director, Brady Silva Salazar, no tomó acciones inmediatas. Incluso la madre de una de las menores pidió apoyo a Silva Salazar, quien indicó que este profesor no volvería en abril. Pero eso no ocurrió.

El 8 de mayo último, la directiva de la Apafa exigió al director poner a este docente a disposición de la UGEL Sur, tal como se dispone en este tipo de situaciones. Días después los mismos padres de familia denunciaron este hecho ante el Ministerio Público.

Sin embargo, lo que causa extrañeza es que este docente hace solo dos meses pasó a disposición del personal de la UGEL Sur, según reconoció Marco Salazar Gallardo, director de esta dependencia, al ser consultado por Encuentro.

A ello se suman las denuncias hechas por la expresidenta de la Apafa, Irma Mamani Canaza, en contra de Brady Silva Salazar por no rendir cuentas desde el 2015 por los alquileres que cobra de varios ambientes habilitados para el expendio de alimentos y el servicio de fotocopiado.

Maltrato escolar

El presidente de la Apafa del colegio Benigno Ballón Farfán, Mauro Yana Rodríguez, dio a conocer la existencia de varios casos de agresión física de docentes contra sus alumnos; la ruptura de relaciones entre el director, Wilmer Sosa Ticona, y los profesores, y el enfrentamiento que este mantiene con los representantes de los padres de familia.

Además, la psicóloga del colegio, Gladis Zapana Chura, denunció a Sosa Ticona por acoso laboral ante la UGEL Sur, tal como consta en el formulario único de trámite presentado el 18 de julio pasado, y al que Encuentro tuvo acceso.

Sosa Ticona tampoco reconoce el Consejo Educativo Institucional (Conei), integrado por docentes, alumnos y padres de familia, y que tiene por función evaluar el desempeño de los docentes y el personal administrativo, así como participar en la formulación y la ejecución del proyecto educativo del colegio.

“Todos estos hechos fueron denunciados en la UGEL Sur, pero no nos hacen caso y, por si fuera poco, el director no nos permite usar las instalaciones del colegio para convocar a una asamblea de padres de familia”, agregó Mauro Yana.

No reconoce

Un caso aparte es el colegio Alfred Binet, reconocido como un colegio de “niños talento” en la ciudad. El presidente de la Apafa, Luciano Rosas Mayhuire, cuestionó que la directora, Gabina Giraldo Aragón, desconozca la denominación de esta institución como “Centro de educación especial para alumnos de rápido aprendizaje en forma experimental”, reconocida así mediante la Resolución Directoral del 3 de marzo de 1992.

Como consecuencia, los estudiantes no reciben una enseñanza acorde a sus condiciones y necesidades. Se contrataron docentes que no están a la altura de la exigencia de los alumnos y se limitó la enseñanza de varias materias como Física, Química y Razonamiento Matemático a determinados grados, cuando antes se impartía a toda la secundaria.

“Para la directora, este colegio es uno más de Educación Básica Regular, por lo que ha procedido a aumentar el número de alumnos de 15 a 20 por cada aula y ha reducido la jornada escolar”, afirmó Rosas.

No obstante, la Apafa contrató a profesores de talleres y ahora tomarán los servicios de un especialista en razonamiento verbal porque quieren que no baje el nivel de enseñanza de este colegio, que funciona hace 25 años en Paucarpata.

¿Un año para investigar?

Una vez recogidos estos testimonios, Encuentro se comunicó con el director de la UGEL Sur, Marco Salazar Gallardo, a fin de conocer qué acciones adoptó en cuanto a los reclamos de los padres de familia.

Salazar sorprendió al señalar que todas las denuncias recibidas en su despacho son derivadas a la comisión de procesos administrativos, que tiene hasta un año para pronunciarse respecto a la veracidad de estos hechos. Vencido el plazo, se emite un informe que determina la apertura de un proceso de sanción en contra del director o dispone su archivo.

No obstante, ante la insistencia por el caso de tocamientos de tres menores por parte de un docente del colegio Juan Pablo Vizcardo de Hunter, Salazar aclaró que “este proceso será sumario y tomará en cuenta el pronunciamiento del Ministerio Público”.

Estas declaraciones fueron cuestionadas por el director ejecutivo de Corpaidos, Alfredo Aguilar Medina, quien aclaró que, de acuerdo al artículo 89 del Reglamento de la Ley de Reforma Magisterial (n.° 29444), toda denuncia contra un director de una institución educativa debe ser investigada por el jefe de personal de la respectiva UGEL, en un plazo máximo de 20 días hábiles.

Posteriormente, el titular de la UGEL procede, de ser el caso, a aplicar la amonestación escrita o la suspensión del cargo del director investigado. “Lo que ocurre es que el director de la UGEL Sur [Marco Salazar Gallardo] actúa con negligencia y distorsiona el sentido de las disposiciones legales con una clara intención de no sancionar estos hechos”, recriminó Alfredo Aguilar.

Aquí estaría la razón de por qué las denuncias en contra de los directores de colegios terminan sumergidas en un proceso laxo y engorroso que provoca la desconfianza y el malestar de los padres de familia. Todo esto podría apuntar a una falta de interés por determinar la responsabilidad de aquellos a cargo de la dirección de los colegios, ya sea por negligencia u omisión de sus funciones.


La I no se queda atrás

El emblemático colegio Independencia Americana no es ajeno a los cuestionamientos. El auditorio, la piscina y el coliseo, que fueron inaugurados hace cuatro años, son alquilados directamente por el director, Henry Delgado Díaz, quien, pese al reclamo de los padres de familia, no rinde cuentas sobre los ingresos cobrados.

La representante del Conei de este plantel, María Agüero Gutiérrez, también denunció que los textos escolares que destinó el Estado nunca se entregaron a los 1 278 alumnos que allí estudian. Aquí también hubo casos de agresión de dos docentes a alumnos, y lo más lamentable fue que uno de ellos tuvo que ser repuesto a pedido de la misma Apafa, ante la falta de presupuesto de la UGEL Norte para contratar a su reemplazante.

Estos hechos propiciaron semanas atrás una huelga de los escolares y como consecuencia se constituyó en la UGEL Norte una comisión interventora. El plazo para emitir su informe venció el 30 de octubre y, según el director, Jorge Luis Choque, en los siguientes días se darán a conocer las conclusiones y las recomendaciones.

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