Volvieron a los cementerios

Con rezos, bailes y altares, rindieron tributo a los difuntos, tras dos años de ausencia por la pandemia.

Textos y fotos: Heiner Aparicio Ojeda

Los niños se “recursean” cargando agua para las almitas, tal como se observó en el cementerio de Eterna Paz, en Ciudad Municipal.
Tras dos años de ausencia la población llegó a los cementerios. A muchos visitantes les tocó arreglar los lechos de sus seres queridos.
Como de costumbre, el “negocio del agua para las flores” generó una competencia inusual entre pequeños y grandes.
La familia López armó un altar para sus padres que descansan en Cerro Colorado. Con oraciones y las infaltables guaguas, volvieron a visitarlos.
Don Mauro visitó a su compañera de toda la vida. “Después de la pandemia vengo a verla y le traje velitas para su alma”, nos comentó.
Cada visitante llegó con diferentes arreglos florales para agasajar a sus seres queridos.
Algunas familias rindieron tributo a sus difuntos con banda de músicos y bailes incluidos, como les gustaba cuando estaban vivos.
En otros casos, llegaron con las imágenes de sus padres para recordarlos en vida.
Por estas fechas, los camposantos son muy concurridos y reciben mayor atención de la población.
Sin importar las dificultades, incluso en silla de ruedas, las personas llegaron a visitar a sus seres queridos.
Después de dos años, los cementerios abrieron sus puertas para recibir a los familiares de sus “huéspedes”.
Con Cristo de testigo, un mar de gente abarrotó estos espacios en busca del reencuentro con sus familiares.
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