Arequipeños y visitantes disfrutaron de las diferentes estampas que se presentaron en el Corso de la Amistad. Aunque se redujo el recorrido, el público no dejó de interactuar y vibrar con las diferentes expresiones artísticas.
Modo desfile. Un participante empieza a colocarse su disfraz antes de iniciar su recorrido en el Corso de la Amistad.El duende de los socavones. Vestido como el mítico Muqui, este pequeño se robó las miradas y los aplausos del público.A ponerse bellas. Danzantes de wititi se dan los últimos retoques para resaltar la belleza de Caylloma.El entusiasta jurado. El público también se sumó al ambiente festivo portando carteles con frases divertidas para animar a los participantes.Asistencia. El personal de la Cruz Roja estuvo muy activo, brindando ayuda a los participantes que sufrieron heridas.Desde casa. Los asistentes no solo estuvieron en la avenida Independencia, muchos también disfrutaron del paso de las delegaciones desde sus techos.Música colombiana. Como cada año, delegaciones de Festidanza se hicieron presentes en el corso, compartiendo su cultura.Alegría y color. La delegación de Ecuador sorprendió al público con sus llamativos pasos de baile.Equilibrio. Esta joven completó todo el recorrido con una botella en la cabeza sin dejar de bailar.Interacción. Muchos de los participantes se acercaron al público, contagiados por el espíritu festivo.Resguardo. El principal inconveniente del corso fueron los accesos; los efectivos policiales tuvieron que poner orden para hacer circular a la gente.Ritmo arequipeño. La interpretación de la pampeña, con el Misti de fondo, fue una de las estampas más aplaudidas.Puro ritmo. Los danzantes de wititi fueron los más ovacionados por la población.Acrobacias. Los espectaculares pasos de los danzantes de saya animaron a la gente durante el corso.Ingenio. Los vecinos que vivían en las inmediaciones del recorrido del corso se las ingeniaron para acomodarse y no perderse ningún detalle.Madrugadores. Algunos pobladores ocuparon los espacios desde muy temprano y el cansancio los venció en las pausas del desfile.Risas y buen humor. Los payasos alegraron a los presentes con sus cómicas ocurrencias.Imponente. Una bailarina demuestra la fuerza de su interpretación al lanzar potentes gritos de aliento.Color y movimiento. Los coloridos trajes destacaron bajo la luz dorada del atardecer.Los carros alegóricos destacaron por su vistosidad, la mayoría evocó estampas representativas de Arequipa.Los bailarines de toadas calentaron el ambiente con su energía y ritmo contagiante.X dinero, un grupo muy querido por los arequipeños, fue el más aclamado durante su participación.Al final del recorrido, muchos danzantes llegaron con los pies afectados, pero felices de rendir tributo a la Ciudad Blanca.
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