Pampa de Arrieros ya no es más un pueblo fantasma

Este centro poblado que pertenece a Yura, ahora recibe a visitantes locales y turistas

Textos y fotos: Heiner Aparicio Ojeda

Pampa de Arrieros queda a 70 km de la ciudad de Arequipa. Es una comunidad campesina que hoy ya no es un pueblo fantasma.
Viejos juegos quedaron en la antigua parada del tren que servía para cargar los hornos de carbón.
Justo Zevallos Cáceres, muestra la antigua tienda de su madre. Él nació y se crio en este lugar y es un ‘pampino’ de corazón.
Las casas con techos de ichu a dos aguas, son un atractivo para los turistas que, desde hace algún tiempo, visitan esta zona como parte de una ruta turística.
Justo Zevallos, muestra las calentadoras y ollas que tienen más de 100 años y que aún son utilizadas en su casa.
Los rezagos de la antigua estación del ferrocarril se muestran en estos maderos que servían para reparar la vía usada por el tren.
En la actualidad, solo siete personas viven en Pampa de Arrieros, pero los fines de semana llegan varias familias a pasar un día de campo.
El tren aún pasa por el pueblo, pero solo es de carga. Los habitantes añoran recordar que la estación era una parada obligatoria para los trenes de pasajeros.
Antes hubo hasta 15 picanterías en el pueblo, como La Yarabambina y La Miraflorina, que ofrecían sus mejores potajes a los viajeros del tren.
La antigua iglesia de los pampinos es una reliquia. Cada 2 de junio festejan a San Antonio de Padua y en su fiesta central recibe a visitantes locales y foráneos.
La plaza de Pampa de Arrieros, recibe a los visitantes. Antes era el centro de la ganadería pues sus habitantes se dedicaban a este oficio.
Al ingreso del pueblo, en un costado, está ubicado el cementerio que alberga los lechos de los pobladores más antiguos.

 

 

Salir de la versión móvil