Mosopuquio se muere de sed

Textos y Fotos: Heiner Aparicio Ojeda

 

Con solo 30 familias, Mosopuquio es un pueblo fantasma.

 

Los pobladores de este anexo de Characato, reciben agua solo por algunas horas al día.

 

Hace más de 30 años, esta era una zona agrícola y una importante despensa para los mercados de la ciudad.

 

Juan Velásquez, volvió a Mosopuquio después de la muerte de su padre para ver sus tierras, dice que muchos se van por la falta de agua y oportunidades.

 

Magdalena Chirio nos cuenta que antes en Mosopuquio, había un festín de cultivos, pero ahora sufren por la falta de agua.

 

Doña Magdalena cocina a leña y recuerda con dolor cómo era antes su pueblo. El drama empezó, cuando el ‘ojo de agua’ empezó a secarse.

 

Bernardo Guillén visita el ‘ojo de agua’, que ahora a ‘cuenta gotas’, ayuda a tener agua para subsistir.

 

Así luce la escuela de este poblado, con las ventanas rotas. Hace más de 10 años que dejó de funcionar por falta de estudiantes.

 

La escasa gente que vive en Mosopuquio, hace ‘maravillas’ para vivir con el agua del manantial que cada vez es más escasa.

 

La población se dedica a la agricultura. Hace 20 años cultivaban diez topos, ahora una familia solo puede sembrar en uno o dos topos por falta de agua.

 

Los pobladores de este anexo de Characato, reciben agua solo por algunas horas al día.
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