Los ‘curadores’ de nacimientos

Estos hermanos viven dedicados a recuperar la belleza de las esculturas y a crear obras de arte religioso

Fotos: Heiner Aparicio Ojeda.
Leyendas: Rolando Vilca Begazo.

Desde hace más de 30 años, Pedro Abel Sánchez Moreno Almonte, junto a sus hermanas se encarga de ‘curar’ las figuras hechas de cualquier material y que forman parte de los nacimientos.

 

Este arte de componer y sobe todo, de crear diferentes figuras religiosas fue una herencia recibida por el padre de estos hermanos, Isaac Abel Sánchez Moreno, el precursor del taller familiar.

 

Hasta aquí llegan piezas de diferentes estilos (francés, árabe e italiano) en busca de su recuperación, que es posible solo en manos tan diestras como las de Pedro Abel.

 

La habilidad para el acabado de estas pequeñas esculturas es muy propia de la delicadeza y dedicación de las hermanas de Pedro Abel.

 

Recomponer los ojos y dedos es lo más complicado, —según el artesano— quien pasa horas de horas reparando y creando obras de arte.

 

El primer trabajo como escultor de Pedro Abel, fue a los 12 años y tuvo que ayudar a su padre elaborando la imagen del Cristo de la Redención. Desde entonces aprendió el nivel de detalle que debía lograr para ser reconocido.

 

En otros años, llegaban a crear más de 500 misterios (nacimientos) en yeso, pasta de arroz o fibra de vidrio, pero ahora la pandemia restringió los pedidos y golpeó la economía familiar.

 

Pero nada los amilana, ellos siguen preservando esta expresión de arte, después de todo su permanencia está garantizada por la vigencia de la religiosidad popular.

 

Por estas fechas, desde muy temprano viven ajetreados. Hay pedidos que cumplir y tampoco les puedan fallar a las familias que extrañan a los integrantes de sus pesebres navideños.

 

El taller de la familia Sánchez Moreno está en la calle Jorge Chávez 212 (Cerro Colorado), una cuadra después del mercado del distrito.
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