Las imágenes que nos dejó el 2020

La pandemia y la crisis política golpearon al país y aún no superamos los estragos

Fotos: Heiner Aparicio Ojeda
Leyendas: Rolando Vilca Begazo

Este año aprendimos a valorar más la vida y a nuestro país. El COVID-19 llegó y se convirtió en pandemia.

 

El inicio de la pandemia propició que muchas familias se abastezcan de alimentos y otras aprovecharon la situación para acaparar los comestibles.

 

La improvisación de las autoridades regionales para afrontar el COVID-19 motivó el reclamo del personal médico y asistencial. Hasta ahora persisten las deficiencias en el sistema sanitario.

 

La plaza de Armas lució vacía por varias semanas como consecuencia del confinamiento obligatorio.

 

Personal del Ejército salió a las calles a contribuir con las labores de control y vigilancia durante la cuarentena y aún se mantendrá, en tanto dure el estado de emergencia.

 

El día de los varones. Como una forma de evitar el desplazamiento de la población el Gobierno dispuso que mujeres y varones podían salir en determinados días de la semana. Esto no sirvió y la medida quedó de lado.

 

Ante la falta de reacción y coordinación de las autoridades en Arequipa para afrontar la pandemia, Pilar Mazzetti (responsable del Comando de Operaciones COVID-19) llegó a Arequipa y conformó un comando regional para adoptar las estrategias sanitarias.

 

Bonos. El Gobierno aprobó la entrega de varios subsidios económicos para la población de menos recursos, pero la escasa bancarización y falta de organización obligó a los más vulnerables (adultos mayores) a realizar colas.

 

Al inicio de la pandemia se extremaron las medidas de protección para evitar el contagio.

 

Las labores de desinfección se concentraron en las zonas de mayor concentración de la población, como los mercados y plataformas comerciales.

 

Aunque en el campo la vida continuó, igual se impuso el uso obligatorio de las mascarillas.

 

Las clases virtuales obligaron a varios niños a compartir con familiares y amigos el acceso a Internet para cumplir con las labores escolares.

 

El uso de la bicicleta se convirtió en una alternativa más saludable para movilizar a las personas durante el confinamiento.

 

La falta de respuesta de las autoridades regionales, provocó el colapso de los hospitales de la ciudad. Muchos tuvieron que ser atendidos a la intemperie.

 

Caos. Mientras algunas personas morían fuera de los hospitales sin atención, personal de salud seguía reclamando por la falta de condiciones para cumplir su labor.

 

Protestas. El cierre de plataformas comerciales como Andrés Avelino Cáceres, generó protestas por la falta de trabajo y la crisis económica que vivían los comerciantes.

 

Decenas de infectados por el COVID-19 fallecieron en sus domicilios. Las patrullas humanitarias acudieron a recoger los cadáveres que luego serían incinerados.

 

Personal asistencial realizó campañas de tamizaje para la población vulnerable a fin de detectar casos positivos de COVID-19 y administrar la medicación necesaria.

 

La reapertura de mercados y plataformas comerciales se realizó bajo nuevos protocolos de bioseguridad.

 

El colapso del sistema sanitario, propició también un mercado negro para acceder al oxígeno.

 

El aniversario de Arequipa se recibió con la bandera izada a media asta en la plaza de Armas y sin motivo alguno para celebrar.

 

La mayoría de cementerios se negaron a recibir cadáveres de pacientes COVID-19 por el temor al contagio masivo.

 

Las empresas de transporte del Terminal Terrestre, estuvieron al borde del colapso económico debido a la cuarentena obligatoria.

 

Como parte de la reactivación económica, se lanzaron campañas para incentivar el turismo, un sector que emplea a más de 30 mil personas en Arequipa.

 

La pandemia no paralizó la corrupción. Las autoridades del Ministerio Público intervinieron a una mafia integrada por funcionarios del municipio provincial y efectivos policiales, que cobraba coimas para devolver brevetes retenidos a conductores infractores.

 

Después de la crisis sanitaria llegó la crisis política al país. Tuvimos tres presidentes en una semana.

 

La Navidad llegó en medio de la pandemia y nos sensibilizó para celebrar la vida. El 2020 se acababa y recuperábamos la esperanza para recibir un nuevo año.

 

Al igual que otros años, en la última semana de diciembre aparecieron las lluvias. El Senamhi advierte que este verano será lluvioso y las autoridades deben tomar las precauciones necesarias para evitar nuevos desastres.
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