En la Quinta Salas habitan casi 100 familias. Allí todos se conocen y la pandemia los obligó a vivir más unidos que nunca, cuidándose entre ellos.
En esta vieja casona (ubicada entre la avenida La Marina y la calle Moral), la pandemia no afectó la armonía entre sus lugareños que demostraron superar juntos cualquier adversidad.
Este fin de semana, como cada 15 días, los más jóvenes se encargaron de las labores de limpieza y desinfección.
Todos los callejones, pasajes y recovecos de lo que en algún momento se llamó el ‘Castillo del diablo’ fueron aseados para eliminar cualquier indicio del temible coronavirus.
En este barrio no solo se comparten los cordeles y el agua, sino las esperanzas y aspiraciones para salir adelante.
En medio de la pandemia no dejaron de organizarse y realizar algunas actividades para recaudar fondos y mejorar las condiciones de seguridad en las puertas de ingreso.
Aquí nació el Sporting Moral, el equipo del vecindario y que años atrás participó en la Liga Nacional de Básquet.
Mientras los jóvenes se encargaban de las labores de limpieza, las personas mayores invitaron los refrescos. Todo en medio de la colaboración mutua como se hacía tiempo atrás.
La recuperación de esta casona (que data de la década del 60), fue incluida en diferentes propuestas de rehabilitación urbana por la Municipalidad Provincial de Arequipa, pero nunca se concretaron.
Años atrás una asociación cultural le cambió la imagen a esta casona a través de varios murales.
Ahora los vecinos quieren recuperar esa camaradería de antaño, para hacer de la Quinta Salas un lugar donde pueden sentirse orgullosos de vivir.
