Textos y fotos: Heiner Aparicio Ojeda
Tener un ‘vocho’ es adquirir una forma de vida. Este clásico sobrevive gracias al cariño que le prodiga cada dueño y por su facilidad para ser reparado.
Polo Vargas y Ana Amezola son de México y recorren Sudamérica en su combi Volkswagen del 82. Ya recorrieron 12 países.
El vocho negro o ‘Emilio’, como fue bautizado por quienes lo refaccionaron y pusieron a punto desde cero, Ángel Huertas, su padre Víctor Huertas y su hijo Ángel.
Un vocho eléctrico, así se presentó este prototipo de Volkswagen en la exhibición realizada días atrás, en Yanahuara.
Los stickers que llevan en sus ventanas, son como los galones que exhiben en cada lugar al que asisten.
Más de tres mil ‘vochos’ ruedan por la ciudad de Arequipa y algunos de ellos se juntaron en la plaza de Yanahuara.
El Volkswagen baja bug causó sensación entre los asistentes, por su llamativa presentación.
Gustavo Medina contó que su hijo Salim lo ayudó a transformar este ejemplar. Así, volvió a nacer en él la misma pasión que sintió su abuelo por estos autos.
Muchas personas que pasaban por la plaza de Yanahuara no desaprovecharon la oportunidad para tomarse una foto con los populares ‘vochos’.
Fueron más de 40 autos que llegaron para esta peculiar muestra.
Al finalizar la exhibición, se hizo una partida simbólica para despedir a los autos que, hasta el día de hoy, son los más populares y admirados por la gente.
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