El nuevo escenario de los hipódromos en Arequipa

La actividad hípica da empleo a muchas familias, las cuales hoy no cuentan con los medios para subsistir

Fotos: Heiner Aparicio
Leyendas: Geraldine Canasas

El hipódromo queda en Cerro Colorado y hace más de un año que no presencia carrera alguna.
En sus pasillos llenos de polvo, quedan cuadros de sus años gloriosos en Porongoche.
La sala vip se ha convertido en un espacio silencioso y sin actividad alguna.
Son pocas las caballerizas que se ocupan. Antes, más de 100 caballos las usaban hoy solo quedan 30.
Espuelas y correas que fueron utilizadas para los caballos, cuelgan del box y cada vez las necesitan menos.
Armando Torres es un preparador de caballos, toda su vida la dedicó a este oficio, empezando su jornada en el extinto hipódromo de Porongoche.
Con melancolía, Armando recuerda los buenos tiempos donde atendía a los sementales del sur.
Ahora, los únicos caballos que atiende son los que tienen alguna lesión.
El ejemplar de las fotos, es el único que queda en el stud.
El relincho de un caballo, es el único sonido de este aposento casi abandonado.
Stud Aranibar, es uno de los pocos que aún ocupan el hipódromo en Cerro Colorado.
La historia de don Hernán Delgado es muy conocida. El nació en un box y desde entonces, los caballos son su vida.
A la espera de la reactivación de este sector, los protagonistas de la hípica arequipeña aguardan en silencio.
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